Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


¡A la rica censura!

18/06/2019

Si la suma de líderes conservadores-liberales-centristas-socialdemócratas reciclados- ultras y demás no lo remedia, en breve tendremos una cascada atronadora de mociones de censura aquí, allá y acullá. Como los resultados electorales fueron los que fueron y los alcaldes son los que son, cualquiera se cree con derecho a cambiar de regidor y a tener en vilo los ayuntamientos. Que no me dan lo que pido, aunque sea un casi imposible, pues moción al canto. Que las negociaciones para la Junta de Castilla y León van mal, hala, nos cargamos al alcalde de Villatempujo y No Subes. Que Pedro Sánchez no nos hace caso en lo del nuevo gobierno, zas, le comemos Burgos y, como en el parchís, contamos veinte. Precisamente Burgos fue una de las sorpresas del pasado sábado: alcalde socialista porque los dos ediles de Vox se votaron a sí mismos y no respaldaron el pacto virtual con PP y Ciudadanos. Pocos minutos después de la investidura, ya estaba Javier Maroto, ex de casi todo pero alto cargo en el PP, anunciando una moción de censura contra el socialista Daniel de la Rosa. ¡Pero si no lo habéis dejado ni empezar a gobernar!, ¿en que se argumentará la moción, en qué es de otro partido o en que los de Vox rompieron un compromiso que no habían firmado? Todo bastante absurdo, si bien, ¡faltaría más!, todo se hace en beneficio de la ciudad, de los burgaleses, del futuro, etc, etc. ¿De verdad se lo creen?, ¿de verdad se creen que nos lo vamos a creer? Muchas negociaciones (y las que faltan) y bastantes desenlaces han revelado una miseria política, y moral, que dice muy poco en favor de sus protagonistas. Han primado intereses personales y partidistas cercanos y lejanos sobre las esperanzas y los deseos de los ciudadanos expresados en las urnas. Y las anunciadas mociones de censura, si finalmente se confirman, no harán sino ratificar esa peligrosa sensación. Tan peligrosa que de ahí a la pregunta ¿y para esto votamos? solo hay un paso. Y luego vendrán la decepción, la desconfianza y la abstención.