Maite Rodríguez Iglesias

PLAZA MAYOR

Maite Rodríguez Iglesias

Periodista


El ruido, por fin, dejó paso al entendimiento

16/05/2020

El augurio de que esta crisis también iba a sacar lo mejor de nosotro parecía un eslogan vacío y repetitivo, que servía más para apaciguar conciencias, mas que evidenciar una nueva realidad. Pero no, esta semana, por fin, el ruido dejó paso al entendimiento político en el Ayuntamiento de Valladolid. El acuerdo entre los grupos municipales, a excepción de Vox, para trabajar conjuntamente en las políticas municipales para paliar los efectos de la crisis de la covid-19 merece un aplauso. No ha tenido que ser fácil, y cada grupo ha realizado renuncias que hace solo unas semanas eran impensables, pero eso es la política, la de verdad, la que dialoga y busca el entendimiento. Esta es la que merecemos, no la que busca el titular fácil y el rédito político inmediato. Y parece que ha abierto la puerta a otros acuerdos similares, como el que ya se ha cerrado entre el presidente de la Junta de Castilla y León y el líder de la oposición. Una senda que deberán transitar más consistorios y más gobiernos regionales, pero que tiene como destino final el Congreso de los Diputados. 
La escenificación del acuerdo en el Consistorio vallisoletano devuelve la confianza a los ciudadanos en sus políticos, en este caso en sus concejales, aunque eso no los exima de futuras críticas en su gestión. Pero hay que ser justos, el esfuerzo que han realizado tanto los dos partidos del equipo de Gobierno (PSOE y VTLP) como los dos de la oposición (PP y Ciudadanos) señala el camino a seguir. Este acuerdo es el reconocimiento de que ningún partido debe enrocarse en que sus soluciones son las mejores, descalificando las del resto, para afrontar las consecuencias catastróficas de una crisis como la que estamos viviendo, con derivadas que aún desconocemos. Ver cómo se abren vías de diálogo, cómo se reconoce el esfuerzo del contrario y cómo se apuesta por tender puentes para buscar el bien común es reconfortante y genera una importante dosis de seguridad en los ciudadanos, básica en un momento de incertidumbre como el que estamos viviendo. Pero, sobre todo, rompe la confrontación y la descalificación gratuita que se han instalado en nuestra política y se han trasladado al conjunto de la sociedad.El grupo de trabajo que se ha conformado en el Ayuntamiento para decidir el destino de los ahorros municipales es un primer logro en una senda incierta, pero también apuntala la esperanza de que unidos será más fácil salir de esto.