Martín Fernández Antolín

La voz del portavoz

Martín Fernández Antolín

Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valladolid


Idiotas

16/12/2022

Permítame que empiece con una pregunta directa: ¿alguna vez se ha planteado si los políticos son idiotas o si lo somos los ciudadanos de a pie? Se lo digo porque muchas veces olvidamos que las palabras tienen su propia historia e 'idiota' es una de ellas. En la Grecia clásica el idiota era aquel que se desentendía de los asuntos de la comunidad o porque no participaba de la política (pá qué) o bien porque velaba exclusivamente por sus propios intereses (pá mí). 
Pero, claro, si todos fuésemos idiotas, desaparecería la democracia entendida como intercambio de pareceres que, en su diversidad, construye la sociedad en la que vivimos. Ya sé que a usted, lector, no es que no le interesen los asuntos que nos afectan a todos (el pá qué de antes) ni que tenga ganas de sacar tajada de esto (el pá mí anterior), sino que si se abstiene de participar es, en muchos casos, porque quiere que se visibilice su disgusto con que los que le tratan como si usted fuera un idiota cuando, en realidad, no lo es.
Y esto es lo que algunos de los que están en política parecen no querer entender. O, peor aún, fomentan poder gobernar en una democracia falsamente idiotizada para que ellos, idiotas del pá mí, puedan vivir como carroñeros de la democracia mientras se la trae al pairo el bien común, puedan hacer lo que les dé la real gana.
A muchos políticos idiotas, que usted participe o no en la construcción democrática de un marco público de convivencia les trae sin cuidado, con lo que, si sumamos que sólo les interesan los asuntos de la comunidad si son para beneficio propio, podríamos decir que muchos políticos lo que son es rematadamente idiotas. Y tome nota, amigo lector, de ellos, los más idiotas son habitualmente los que más asoman (ya saben eso que dice Iribarren de que no hay tonto sigiloso). 
Por eso le alerto del riesgo de hacer(se) el idiota; aunque no entra usted en ese bando por apartarse de la construcción de un marco común fruto de la convergencia de diferentes opiniones, cansado como está de errores en el sistema, las consecuencias son las mismas que si lo hubiera hecho: dejar la democracia y lo que va en interés de todos en manos de otros que son realmente idiotas porque gobiernan únicamente para sus propios intereses.
Así, que, hagamos lo posible para que no nos tomen por idiotas algunos idiotas que nos gobiernan.

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