Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Sin novedad

10/09/2019

Estamos en días de tópicos. Que si la vuelta al cole; que si la reapertura del curso político; que si el otoño caliente; que si no cambiado nada desde que nos creímos que el mundo entero iba a cambiar con nuestras vacaciones, nuestros cruceros y nuestras fiestas patronales… en fin, que volvemos a la casilla de salida (otro tópico) y miramos de reojo el décimo de la Lotería de Navidad que compramos en la playa. ¡Y si toca; eso sí que sería un cambio radical! Tampoco es que ayuden mucho a mitigar esa sensación de eterno retorno las palabras y hechos de nuestros próceres regionales, que ya se han pasado por las Cortes para contarnos sus planes y aspiraciones. Terminaron las comparecencias de los consejeros y, la verdad sea dicha, poquísimas novedades y nula capacidad de ilusionar y entusiasmar al personal. Volvieron sin remedio los topicazos de siempre, una serie de supuestos proyectos que se han oído decenas de veces en el Parlamento castellano-leonés. Son los programas conocidos como “el futuro imperfecto de indicativo”, o sea “haremos”, “llevaremos a cabo”, “presentaremos”, “crearemos”…Ahora, faltaría más, adobados con el correspondiente añadido de “para luchar contra la despoblación”. Hace años decían lo mismo, pero sin este motete. Algo hemos avanzado. Claro que de la oposición cabe afirmar algo parecido: idénticos adjetivos (continuista, etc) para criticar, similares argumentos, mismo discurso…Todo, lo de unos y otros, parecía sacado de un video de hace lustros. ¿Algo nuevo? Apenas lo encontré. Y casi mejor, porque, oiga, la titular de Sanidad reveló que hay un desfase de 830 millones, casi ná, entre lo presupuestado y la realidad, lo que le concede escaso margen de maniobra para afrontar el complicado reto sanitario. ¡¡¡830 millones!!! ¿Y cómo no se ha sabido antes?, ¿quién y por qué lo ocultó?, ¿se le deben a alguien? Me quedé helado con lo dicho por Verónica Casado. Y pensé: si estas son las novedades, virgencita, virgencita, que me quede como estoy.