En ocasiones es mejor hacerse el sueco y mantenerse callado como en el caso de la moción de censura de Vox que ir a Bruselas a criticar todas y cada una de las políticas que realiza el Ejecutivo y que sean miembros del propio gobierno comunitario los que te afeen tu actitud y pidan que se ejerza una oposición constructiva, ante el hecho extraordinario de que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, acuda a Bruselas a ajustar las cuentas con el Gobierno poniendo en cuestión decisiones de la propia Comisión Europea. Y que el resultado sea que donde esperaba encontrar respaldo a sus críticas se haya encontrado con una reprimenda.
Mientras que desde el Partido Popular se insiste en que los fondos que España recibe de la UE dentro del Plan de Recuperación están mal gestionados o no llegan con eficacia a la economía productiva, la Comisión no deja de enviar periódicamente las aportaciones comprometidas que están en función del cumplimiento de unos determinados hitos. Tanto ha insistido el PP en las críticas en este sentido que hasta el Parlamento Europeo envió a nuestro país una comisión, presidida por un conspicuo miembro del Partido Popular Europeo, que volvió como había venido sin encontrar rastros de corrupción o malversación de los fondos.
Pero fue con el asunto de las pensiones donde se ha encontrado con la regañina. Feijóo defendió la reforma emprendida por el presidente francés, Emmanuel Macron, y la definió como correcta frente a la redactada por el ministro José Luis Escrivá, pactada con los sindicatos y numerosas fuerzas políticas y avalada por la UE, mientras que la de Macron ha sido aprobada por un decreto presidencial, sin dar lugar a votación y mantiene las calles de Francia incendiadas. Fue aquí cuando el comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, con cuyo equipo negoció Escrivá le dijo a Feijóo que realizara "una oposición constructiva". Al menos ahora se sabe cuál es el modelo de pensiones que pretende el líder de los populares españoles, el de Macron, porque hasta ahora no ha puesto sobre la mesa su oferta en este capítulo.
La petición de dimisión de la vocal progresista del Consejo General del Poder Judicial, Concepción Sáez, también se ha producido durante la estancia en Bruselas de Feijóo, y ha vuelto a poner sobre la mesa la renovación del órgano de gobierno de los jueces que lleva más de cuatro años en funciones. Según el líder del PP su propuesta para la renovación va "en la línea del comisario europeo", Didier Reynders, quien también cursó visita a España para intentar mediar en este asunto y que en todas sus declaraciones afirma que "primero hay que renovar" y luego cambiar el sistema de elección de los vocales del CGPJ, pero el PP hace caso omiso del orden de los términos que reitera el comisario europeo y con el pretexto de que el PSOE pretende controlar la justicia ha mantenido el suyo a lo largo de toda la legislatura.
Item más, Feijóo se dedicó a poner en cuestión el éxito de la presidencia española de la UE el próximo semestre, al advertir de las discrepancias entre las dos patas del Gobierno sobre la OTAN o la guerra de Ucrania, y a minusvalorar el viaje del presidente del Gobierno a China. En fin, una oposición que va contra Sánchez, pero también contra el país.