Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Días y ollas

27/06/2019

¿Qué es la prisa? La prisa, seguramente, es la urgencia que tienen los empresarios de dotar la cuenta de pago de con qué para pagar la nómina en tiempo y forma. Prisa, la que ha que darse para atender los recibos antes de que “iban”, el del código, los devuelva. Eso es presteza y celeridad. ¿Qué es prisa ? Lo contrario de lo que tiene lugar tras las elecciones en España. Los plazos no admiten un análisis medianamente juicioso.

España, con una deuda del 100% del PIB, ha celebrado cinco elecciones generales en once años, cuatro en siete; mañana se cumplirán dos meses de las últimas y, aunque los diputados y senadores ya tienen su tablet y su celular, no hay gobierno ni se le espera. Algunos, sin decoro alguno, especulan con que incluso no lo haya y que se tenga que votar de nuevo, a 300 millones de euros la tirada. Eso sí, una docena de tahúres siguen jugando al gato y al ratón, creyéndose estadistas los que no pasan de meritorios.

Menos tiempo ha transcurrido desde las elecciones autonómicas y ahí, a trancas y barrancas, sí están floridos algunos huertos, pero vamos, no se crean que el Jardín de las Delicias: el que ha arrancado, acaba de hacerlo y el que no, está en vía muerta. En Castilla y León siguen los tacticismos, vengan días y caigan ollas. Naturalmente, a cuenta del contribuyente, financiador del santo y la peana con el dinero extraído de la nómina o de la factura del tinte.

Ahí están los ayuntamientos, obligados a fecha fija y si no hay acuerdo, el más votado. Y a currar. Y digo yo: si vale para un ayuntamiento, ¿no debería valer lo mismo para La Moncloa o para los garitos autonómicos? El espectáculo de estos días será muy entretenido pero bien poco estimulante. Y poco moderno.

Se ha suspendido la reunión del Consejo de Gobierno de la Junta de hoy por falta de expedientes administrativos. No me digan que no es una metáfora del carajo.