Terminan las vacaciones de verano y da comienzo un nuevo curso académico. Colegios, institutos y universidades, entre otros centros educativos, están a punto de recibir a los estudiantes en sus aulas, para muchos su primera vez. Los más pequeños de la casa empezarán la semana que viene los ciclos de educación infantil y de primaria y unos días después lo harán los estudiantes de secundaria, de bachillerato y de formación profesional. En los próximos días las universidades también recibirán a sus jóvenes estudiantes de grado y posteriormente a los de posgrado.

Para un profesor es un honor y un orgullo recibir a los alumnos que se matriculan en su centro lo que, a su vez, conlleva una gran responsabilidad. En el caso de las universidades, los estudiantes de grado ponen en nuestras manos algo tan valioso como es su formación durante los próximos cuatro años, algunos incluso seguirán un tiempo más, o regresarán, para especializarse a través de los másteres y estudios de doctorado. No en pocas ocasiones nuestros egresados siguen manteniendo su vinculación con los centros universitarios a través de los programas de prácticas en empresas, el desarrollo de proyectos conjuntos de investigación y de transferencia de conocimiento, su participación en seminarios, charlas o ciclos de conferencias e incluso como profesores, entre otras formas de colaboración. 
Como docente en una universidad de formación presencial comienzo este curso 22.23 con la ilusión de seguir recuperando o manteniendo esa presencialidad que se vio limitada por las circunstancias que todos conocemos y, muy especialmente, con el deseo de ver las caras de los estudiantes (no solo las de los nuevos sino también las de los alumnos de cursos anteriores que aún no he tenido oportunidad de conocer). Aún recuerdo con muchísima emoción aquella primera videoconferencia con los estudiantes de Dirección Comercial del Grado en Administración y Dirección de Empresas allá por marzo de 2020. Aquel día hablamos de cuestiones académicas y de marketing, pero también dedicamos un buen rato no solo a mirarnos sino a 'vernos', a preguntarnos cómo estábamos y a comprobar que efectivamente estábamos ahí, aunque fuera a través de una pantalla. Recuerdo perfectamente el brillo en los ojos de muchos, diría que en los de prácticamente todos nosotros.

Este curso nuestros grados universitarios dan la bienvenida a los nativos digitales nacidos los años 2004 y 2005; las pantallas y la tecnología en general, por supuesto, seguirán con nosotros generando sinergias con otros métodos de formación presencial y con metodologías que promuevan la participación activa de los estudiantes y su interacción con otros compañeros y con el profesor, enriqueciéndose el proceso de enseñanza-aprendizaje. En nuestra misión está el formar a estos jóvenes en las capacidades inherentes a nuestros grados, sus objetivos y competencias de carácter específico, y en esas otras competencias de carácter transversal tan importantes hoy en día.

Comenzamos el curso académico con ilusión, pero también con la obligada preocupación que la situación actual se merece. No es la primera vez que estos jóvenes oyen hablar de crisis. Colaboración, compromiso, emprendimiento y responsabilidad, por citar algunos ejemplos, son competencias o valores que también se trabajan en las aulas. Esperamos estar a la altura. Hola curso 22.23 y mis mejores deseos para todos.