Maite Rodríguez Iglesias

PLAZA MAYOR

Maite Rodríguez Iglesias

Periodista


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31/07/2022

Hay rutinas muy asentadas que los profundos cambios sociales de los últimos años no han modificado todavía. Llega agosto, el de las vacaciones por excelencia, y cuando la mayoría de las administraciones públicas cuelgan simbólicamente el cartel de cerrado por descanso. Durante varias semanas se ralentiza el funcionamiento y se hace más vigente que nunca el uso y abuso del 'vuelva usted mañana'.
Un descanso que este año se les está complicando a los políticos. Por ejemplo, el Ayuntamiento celebró esta semana la última sesión plenaria estival, pero el trabajo se le amontona al equipo de Gobierno. Por delante está la confección del último presupuesto del mandato y, sobre todo, la ejecución de los grandes proyectos que están en marcha en la capital. De ello dependerá, en buena medida, el resultado de las elecciones municipales del mayo de 2023.
La presión para el equipo de Óscar Puente se centra en la ejecución de las obras de la integración ferroviaria. El resultado final del triple paso de Labradores será determinante para saber si los vecinos la aceptan como válida frente a la resucitada del soterramiento. Un tren al que ahora también se sube el Gobierno regional. De momento, la integración ha ido sorteando los obstáculos y avanzan sin los problemas que se encontró Adif en el túnel de Andrómeda. Pero todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo y habrá que esperar a ver si esta obra forma parte del aluvión de inauguraciones que anunció el alcalde en el debate sobre el estado de la ciudad o se estanca por la confrontación política.
Otro proyecto importante, tanto por la inversión como por su vistosidad, es el de los ascensores de Parquesol, que son en el sello de la gestión del alcalde. Por eso se ha buscado un diseño icónico y así convertirlos en imagen de ciudad. Otra cosa es si tendrá un rédito político en el barrio más populoso de la capital, que también estrena una biblioteca y un centro de mayores.
Pero los deberes más complejos son los que implican al Gobierno central. El Ayuntamiento ha pedido más fondos a Justicia para arrancar con el Campus de la Justicia. Esta es una de las deudas históricas con la capital y no es de recibo los retrasos que se acumulan. Al margen de la dotación presupuestaria hace falta eficiencia en la gestión y que asuman ya los terrenos. Mejor no abusar del 'vuelva usted mañana' porque los votantes también se cansan.