Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


La vida en 13 metros cuadrados

22/01/2022

Una cama de 1,50, un cuarto de baño, una tablet, un par de móviles, una tele, cuatro plataformas de entretenimiento, un ordenador… Una mascarilla quirúrgica, una FFP2 y la ventana más tiempo abierta que cerrada. Al revés que la puerta. Esa que te aísla en los 13 metros cuadrados de tu habitación y te separa del resto de tu casa; no del salón o la bendita cocina, sino de tu hogar, ese que engrandece la familia.

Echas de menos el barullo, los enfrentamientos fraternales en los que toca intervenir cual andisturbios y los saludos desganados de la cotidianidad. Añoras las prisas, los vaivenes del día a día y los planes del menú de mañana. Ahora disfrutas hasta con los saludos que recibes desde el quicio de la puerta, con doble mascarilla y con prisa, cuando tu familia se acerca a verte como si fueses un animalito del zoo o un enfermo terminal. Abren y te preguntan qué tal estás, temerosos por si el virus puede estar esperando el momento para atacar... Las cosas de la vida pandémica, esta que nos somete y nos enloquece a partes iguales.

La vida en 13 metros cuadrados te lleva a buscar el entretenimiento en caminos que pensabas casi reservados a la jubilación porque ni en vacaciones te sobra tanto tiempo como en estos ridículos aislamientos. Dicho todo sin ánimo de despreciar al 'bicho' que, ojo sí me ha tenido tres días fastidiado, bailando al son del paracetamol para mitigar la sensación de que me había dado una paliza.

Pero no quita para que sea todo kafkiano. De un día para otro, pasas a ser positivo y tu vida y la de los tuyos se transforma para intentar contener a un virus al que no has podido regatear ni congelándote en las terrazas vallisoletanas ni mimetizándote con la mascarilla; como para confinarle en una habitación... Ni idea de dónde lo he enganchado, pero ahí que estaban las dos rayitas de los dichosos test.

La vida en 13 metros cuadrados da también para estas cosas, para juntar 400 palabras en una noche tonta de invierno, encerrado en tu habitación, escribiendo sobre una mesa de terraza... Y pensábamos que esto iban a ser un par de meses, ya van seis olas y vamos para dos años con el puto covid entre los dientes.

ARCHIVADO EN: Virus, Tableta, Jubilación