Belén Viloria

TITULARES DEL FUTURO

Belén Viloria


'Greenwhasing'. Lavado verde

31/07/2021

Estos días estamos viendo una campaña en la que jóvenes de todo el mundo comparten sus preocupaciones sobre la crisis climática, y ponen en valor cómo las empresas comprometidas con el 'Compromiso Climático' de Amazon, como PepsiCo, Uber, Microsoft, Unilever o Visa, ya están invirtiendo en energía eólica y solar, impulsan la movilidad eléctrica o apoyan soluciones climáticas basadas en la naturaleza para reducir sus emisiones de carbono. Más de 100 empresas han firmado ya el compromiso en 25 industrias y 16 países.

No está nada mal si tenemos en cuenta que sólo 100 empresas son responsables de más del 70 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo desde 1988, y que más del 20 por ciento de las corporaciones más grandes del mundo se han fijado un objetivo para 2050 ser "cero neto", compensando la contaminación de carbono que producen al eliminar una cantidad igual de la atmósfera.

Como el cambio climático es una cuestión de personas y de justicia social, también las organizaciones humanitarias están muy activas, y en este caso el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el mayor movimiento humanitario independiente del mundo, lidera la carta sobre el clima y medioambiente para impulsar a la acción colectiva, para proteger y preparar a los que sentirán su impacto con más fuerza, a la que ya se han adherido más de 80 organizaciones. En España, Cruz Roja es la primera organización social que mide y registra su huella de carbono, sólo en este último año la ha reducido un 21% y lo compensa con familias en pobreza energética y con proyectos económicos, sociales y medioambientales en zonas despobladas.

Se acerca la cumbre climática COP26 de noviembre en Glasgow, y empresas, inversores, organizaciones y ciudades aceleran unirse a la campaña “Race to Zero” de la ONU, el estándar de oro de los compromisos, y el número de compromisos climáticos basados en la ciencia asumidos por las empresas se ha más que duplicado desde finales de 2019. Pero, ¿están realmente comprometidas y están tomando medidas significativas o hacen 'greenwhasing'/lavado verde, para seguir manteniendo sus posiciones?

Según la científica climática Angel Hsu, fundadora y directora de EnviroPolicy Lab, el 'greenwhasing' tiende a darse de tres maneras: Una involuntaria con promesas bien intencionadas sin comprender completamente lo que se requiere para implementarlas. Otra de “pasar la pelota” y en lugar de reducir sus emisiones, las empresas utilizan compensaciones de carbono, pagando a otra organización para que realice recortes de gases de efecto invernadero o financiando proyectos de compensación en otro lugar, una “compra” para continuar con sus actividades habituales. Y el tercer tipo el “pernicioso" estableciendo compromisos sin intención de cumplir.

La pregunta es si para la ciudadanía, que tenemos mucho poder a la hora de apoyar con nuestro consumo a las empresas e influir como consecuencia en los inversores, es posible detectarlo fácilmente.

Si aparece la palabra "compensación”, alerta. Las compensaciones de alta calidad incluyen financiar proyectos amigables con el clima o comprometerse a comprar energía exclusivamente a productores locales de energía renovable, incluso tener instalaciones de energía renovable. Ojo también, ante cualquier compromiso de inversión en tecnologías futuras de captura de carbono. Por ahora muy a futuro y lo realmente urgente es descarbonizar las cadenas de valor actuales.

Cada vez somos más voces las que impulsamos y exigimos cambios a todos los niveles. Cada vez somos más conscientes de que muchos de los desastres naturales que estamos viendo tienen relación directa con el cambio climático, así que cada vez que veamos una promesa climática, profundicemos y apoyemos únicamente a las empresas respetuosas con el clima. Como ciudadanos tenemos mucho que decir y más influencia en los mercados y futuro de lo que creemos.