Julio Valdeón

A QUEMARROPA

Julio Valdeón

Periodista


Nuclear sí

30/07/2021

El boom de la energía solar habría impulsado más de 90 parques eólicos en la provincia de Valladolid. Una noticia fabulosa que debe de complacernos. Aunque no sobraría si de paso hablamos del elefante energético escondido en la habitación del pánico. Un fantasma intocable, casi un tabú, que explica la angustiosa incapacidad nacional para proveerse de una energía que debemos comprar fuera. Con lo que esto supone de gravamen para las arcas públicas y evidente embolado para la seguridad nacional. El problema de las fuentes verdes de energía es que carecen del músculo preciso frente a la descomunal emergencia climática. De ahí que que los profesores Joshua S. Goldstein y Staffan A. Qvist, autores de A bright future: How some countries have solved climate change and the rest can follow, publicaran un artículo en el New York Times en defensa de la energía nuclear, firmado junto a Steven Pinker. Entienden que la nuclear es la mejor posibilidad disponible para coagular de aquí a 2050 las emisiones de gases de efecto invernadero y descarbonizar la economía. Escriben que aunque «las energías eólica y solar se están volviendo más baratas, no están disponibles las 24 horas, llueva o haga sol, y las baterías que podrían alimentar ciudades enteras durante días o semanas no muestran signos de materializarse en el corto plazo. Hoy en día, las energías renovables solo funcionan con respaldo de combustibles fósiles». Recuerdan que Alemania, que cerró sus nucleares, avanza a ritmo de oruga, y que si el mundo agrega «al mismo ritmo energía limpia en relación con su producto interno bruto, tardaría más de un siglo en descarbonizarse». De ahí que, volviendo a las placas fotovoltaicas, nos alegremos de su implantación, mientras reclamamos un poquito más de arrojo. Las renovables no alcanzan y «los millennials y la Generación Z podrían repensar los valores sagrados que sus padres boomers dejaron sin examinar desde que los Doobie Brothers cantaron en el concierto No Nukes de 1979». Pues eso.