Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


El último cumpleaños

28/05/2022

El último cumpleaños de mi padre apenas duró unas horas. No hubo tiempo para la más mínima celebración. Ya no tenía fuerzas para absolutamente nada. No quedaba ni rastro de aquel fortachón de enorme corazón y robusta espalda con el que abrazarse era casi como hacerlo con un muro, construido entre madrugones y décadas de trabajo. Un cruel y despiadado cáncer le había postrado y derrotado sin darle siquiera opciones, en una partida –de esas que él siempre impulsaba– con las cartas marcadas; con las que le tocaron, él solo podía perder...
El día 29 de mayo de 2020 fue el último cumpleaños de mi padre, porque, caprichos del destino, coincidió con el día de su muerte y fue a primera hora, como debe en alguien tan madrugador. Llegó hasta los 66 años tras semanas de agonía y me gusta pensar que él se despidió haciéndonos ese último regalo, resistiendo mucho más allá de lo esperado para que no tuviéramos en la memoria la maldita fecha de su adiós y que, en cambio, el día de su despedida siempre fuera el de su cumpleaños.
Y seguro que le encantará la idea de que la familia lo siga celebrando en su honor, aunque nunca vaya a ser igual que antes. De hecho, papá –por si ya llega internet allí arriba y me lees o te dejan ir a tomar café al bar–, desde que te fuiste ya nada ha vuelto a ser como antes. Procuramos avanzar y seguir adelante, pero cuesta y tu halo siempre nos acompaña.
Son únicamente dos años sin ti pero parece un siglo. Si nos cuidas desde allá, ya te habrás dado cuenta de que se te echa (muchísimo) de menos, aunque poco a poco estemos aprendiendo a convivir con tu recuerdo desde la felicidad y no desde la tristeza. Muy poco a poco, parece que vamos dominando nuestra memoria para que se esfume el horrible año y medio final que te tocó soportar, y que solo queden los 64 años previos. Reminiscencias de bromas y risas, de bondad y generosidad, también de enfados y alguna bronca con las que aprendí a ser un tío de palabra, cumplidor, leal, responsable, buena gente, trabajador... Lo que eras y lo que siempre me enseñaste, lo que ahora trato de transmitir a Inés y Manu
Este domingo deberías haber soplado 68 velas. Mamá nos reunirá y brindaremos por ti, por un recuerdo que es eterno y jamás se desvanecerá.

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