Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


“Me la suda”

12/05/2021

Y así lo dijo Joaquín Leguina. El expresidente de la Comunidad de Madrid y socialista con rango de histórico se refirió de esa forma al presunto expediente de expulsión que el PSOE enarboló, rabioso, tras la sonora bofetada recibida en las elecciones madrileñas, como si echarle del partido a él y a Nicolás Redondo –otra institución– sirviera para evitar el bochorno. Cuando digo ‘bochorno’, me refiero a la burla y al escarnio inducidos por el secretario general de los socialistas de España, Pedro Sánchez, quien apareció para molestar a Ángel Gabilondo y desapareció en cuanto alguien con luces le hizo ver que estaba haciendo el ridículo.
En un contexto así, la pataleta de expulsar del PSOE a dos de sus más insignes afiliados da para decir esa y otras expresiones en las que no se omite ninguna palabra. Leguina pronunció ese adagio con ánimo resuelto y con la serenidad de quien tiene la razón y le importa un bledo lo que puedan pensar los recién llegados. Por su parte, Redondo Terreros consideró que «no hay motivo para un expediente, salvo que hayan enloquecido».
El caso es que Joaquín Leguina no precisó cuál era exactamente el objeto directo en la expresión ‘Me la suda’. Sabemos que es un nombre femenino, aunque se refiera a un apéndice masculino, pero tampoco hacía mucha falta la exactitud lingüística, porque esa expresión castiza elide el sustantivo para dejar en el aire, sin citarlo, el núcleo malsonante. Ahí está la gracia.
Con la donosura, el trapío y la gallardía que exhibe en cada comparecencia, no puedo ni imaginar qué sensación pudo producirle al presidente del Gobierno de España ese chasquido de dedos bajos sus narices. A él, que recuerda al mismísimo JFK en pleno trabajo, a 10.000 pies del suelo, con sus gafas de sol y su belleza de atlante sin cariátide. A él, que dio el golpe de gracia a un Franco casi redivivo. A él, que pensaba que la Fiscalía dependía del Gobierno…  Ha tenido que ser duro. Sobre todo cuando el que fue primer presidente de la Comunidad de Madrid añadió, cual Terminator: «Volveré cuando se vaya Sánchez». Y, después, llegó Pablo Casado a invitar a ambos socialistas a unirse al PP.
Si es esto lo que llaman ‘efecto Ayuso’, va a merecer la pena prestar atención. Ya que los derroteros económicos que seguimos son delirantes, al menos intentemos dibujar una sonrisa (o una carcajada).