Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


El PP se la juega en Valladolid

26/06/2019

El miedo a lo desconocido no es el mejor compañero de viaje en política y, mucho menos, cuando hay tanto en juego: diputaciones y gobierno de Castilla y León. Viene esto a cuento de la guerra desatada entre la dirección nacional del PP y el presidente provincial de este partido en Valladolid y candidato a renovar el cargo de presidente de la institución provincial, Jesús Julio Carnero. Da la sensación de que nadie ha medido bien las fuerzas antes de lanzar un pulso de esta envergadura y cuyas consecuencias pueden ser insalvables. Este viernes se despejarán las incógnitas, fecha prevista para la constitución de este órgano de gobierno provincial, aunque el amplio respaldo otorgado a Carnero por los concejales de la provincia en el transcurso de un proceso, tan democrático como novedoso, hace presagiar que será él quien prosiga al frente de la Diputación.

No parece muy sensato que el Partido Popular se juegue, por un quítate tú que me pongo yo, la mayoría que ostenta en el Palacio de Pimentel, y al que sólo le falta la abstención de Vox o de Cs para renovar mandato en la primera votación. Como tampoco lo es que tras, los buenos resultados electorales del 26-M en la provincia, anden ahora a codazos. Ni mucho menos resulta inteligente poner en juego importantes alcaldías de localidades como Medina de Rioseco, Tordesillas o Medina del Campo, afines a Jesús Julio Carnero. Todo un cisma político de trascendencias desconocidas, incluso para la dirección regional del partido, inmersa precisamente en las negociaciones con Ciudadanos para conformar el nuevo Ejecutivo autonómico. Después de lo sucedido en Ávila, una hipotética ruptura del partido en Valladolid sería la gota que colmara el vaso.

Así las cosas, habrá que pensar en que acabe imperando la cordura, para que verdaderamente se ponga el foco en la gente y dejen de mirarse el ombligo, con obsesiones personales incomprensibles. Me pregunto por qué a veces los partidos toman decisiones de calado desde los despachos nacionales sin conocer antes la realidad de cada provincia. Sin ánimo de desacreditar, pero díganme qué conocimiento de la correlación de fuerzas en los pueblos de Valladolid puede tener un señor de Murcia, por ejemplo.

Imposible peor.