Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


Menstruo y labor

20/06/2021

Daba pena verla al despertar, justo ese día, que tenía tanta importancia ir a clases en la universidad. Arrugada, agarrándose el vientre, había tomado unas pastillas que evitaran su dolor y su tensión. No todos los meses, pero de vez en cuando, la menstruación la dejaba postrada. Su padre se acercó con cariño, como quien se acerca a un ser extraño de quien solo comprende el dolor, pero no puede vivir lo que le pasa, por resultarle demasiado ajeno. «Cariño, intenta dominarlo y toma más analgésico, si se puede. Piensa que en el mundo laboral, si una vez al mes te quedas sin trabajar, te echarán, porque ningún empresario quiere contar con alguien que le falla metódicamente». Decía esto sin convicción, pues veía que apenas podía levantarse la joven y las caricias no bastaban para sostener sus palabras. Se fue a hacer sus labores. Ella lo intentó y no pudo, esa vez no.

Ahora se plantea un permiso laboral de ocho horas al mes por la menstruación, otorgado por el Ayuntamiento de Gerona con los votos nacionalistas, de Podemos y del Partido Socialista catalán, otorgándose esta concesión a las mujeres. Ahora bien, fácil es imaginar que si se extiende podría impedir más todavía la femenina incorporación plena al mercado laboral, así como a la igualdad de salarios. Salvo que dicho permiso de ocho horas se compense con otras que la beneficiaria podría hacer de más para compensarlas.

Aun así, aquí vemos, una vez más, en la legislación española, el reino de la contradicción. Por un lado, quienes vociferan que el sexo es un asunto cultural y nada depende de la naturaleza y, por otro, la exigencia de excepciones porque nuestros cuerpos, varoniles o femeninos, son claramente diferentes en la mayoría de los casos. Por otra parte, la petición de igualdad pero, también, de ciertos privilegios, cambiando la situación que se daba hace años, donde el macho imperaba con abusos estructurales, como todos sabemos. O se juega a la igualdad o a la diferencia, claman algunos, o la naturaleza o la cultura del animal social que cambia la situación con la razón para que sea lo más justo y mejor. Dentro del feminismo hay severas diferencias con estos temas, que a muchas afectan. ¿Y por qué no eximir de impuestos a las compresas?

Durante siglos las mujeres se aguantaban y sufrían también una vez al mes la postergación de la sangre, muchas pueden y hay quienes apenas tienen más que molestias; otras, en cambio, padecen severamente. Dicha norma daría opción a que todas se aprovechen de un permiso que muchas no requieren, pero lo ideal sería una opción flexible en donde se pueda colaborar. Ahora bien, hay que compensar si no se quieren evitar males mayores. El trabajo de varones y mujeres con idéntico salario debiera ser similar