Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


Serlo... y parecerlo

18/05/2019

La historia atribuye a Julio César una de esas frases que continúan vigentes pese al paso de los siglos y a los evidentes cambios sociales. Mulier Caesaris non fit suspecta etiam suspicione vacare debet, que, traducido del latín, es aquello de que La mujer del César no solo debe serlo, sino también parecerlo. Es indudable que si hoy se aplicase tal cual y la acuñase un jefe de Gobierno cualquiera, el ‘micromachismo’ sería de tal calibre, que el susodicho, ipso facto, se vería empujado a la dimisión por las hordas de tertulianos, tuiteros y demás opinólogos patrios.
Pero, machismos anacrónicos al margen, la obligación de los cargos públicos de ser ejemplares y, además, parecerlo nunca estuvo más vigente en España, después de años de libertinaje en los que demasiados políticos camparon a sus anchas desde la poltrona del poder. Hay incautos todavía, pero ahora ya todo está milimétricamente medido por la vara de la corrupción y ni el más déspota de los dirigentes se atrevería a actuar con la soberbia del pasado; o con esa vieja torpeza, según los casos.
La sociedad española cada vez está menos adocenada y afea esos comportamientos, aunque en estos días electorales continúa habiendo ciertos deslices. En la capital, cosas del destino, hubo quien planeó celebrar la permanencia del Real Valladolid en la Plaza Mayor, con Óscar Puente de anfitrión y en plena campaña; electoral y de amor a un club que arrastra al mayor número de aficionados de su historia. La cosa quedó en conato, se eligió el estadio y el alcalde, además de no ser un aprovechado, lo pareció. Lo encajó con entereza, igual que asumió con elegancia que la ‘nueva’ Plaza Mayor se quedara fuera de estas elecciones municipales y quizá él ni corte la ‘cinta’. 
En la vecina Arroyo, el actual alcalde, en cambio, no ha tenido reparos en inventarse una nueva línea de transporte urbano a mes y medio del 26-M, hacer balance de la misma un día antes del arranque de la campaña y plantarle al bus (un microbús, en realidad) un par de buenas publicidades electorales con su sonriente rostro. Igual José Manuel Barrio no buscaba un rédito electoral y es una coincidencia, pero ya lo decía Julio César... además de no aprovecharse del cargo, debe parecerlo. Y aquí solo falta que el candidato ‘popular’ se ponga al volante del bus.