Julio Valdeón

A QUEMARROPA

Julio Valdeón

Periodista


Defender el fuego

27/04/2019

Trataba de explicárselo al profesor Félix Ovejero , uno de los héroes civiles de esta siniestra hora de España. Cuando más arrecian los aullidos del lobo, cuando más probable parece que la causa de la democracia y la nación de los libres e iguales acaba en el retrete, sus palabras, sus artículos, sus libros, nos recuerdan que todavía hay gente dispuesta a proteger el fuego. La viva y frágil llamarada de la libertad, la emocionante y terca voluntad de vivir juntos los distintos. Ovejero, por cierto, andaba por Valladolid. Participaba en el I Congreso convocado por el Foro de Profesores, organismo luminoso cuya génesis debemos al profesor Alfonso Valero. A su lado estaba otro magnífico, el también profesor Miguel Ángel Quintana Paz . Durante los dos días que han convertido Valladolid en la capital de la España constitucional han debatido, ciencia mediante, de los perjuicios que provoca la inmersión en los alumnos hispanohablantes, de la propaganda secesionista en el mundo, de educación y nacionalismo, del 155 y los mecanismos legales para defendernos del golpe de Estado, del costo económico de la siniestra comedia, de la habilidad con la que los xenófobos fabrican hombres de paja y después los queman, de la corrosión del espacio público por la lepra identitaria y etc. La labor del Foro de Profesores, que sale a iniciativa mensual y no deja de responder el agitprop xenófobo en todo el mundo, se traduce por ejemplo en una investigación que demuestra que la Generalidad regó con cientos de miles de euros varias universidades británicas a fin de comprar escaparate y garantizarse foros sin que nadie les replique. En manifiestos contra la barbarie publicados en algunos de los periódicos más importantes de Europa. En una labor incansable, impagable, irrenunciable, de un mérito atronador, para hacer lo que no hace el Estado, para cumplir con la salvaguarda del buen nombre del país y sus instituciones. Cuando les digan que todo va mal, que nada merece la pena, piensen en estos profesores. A la vanguardia de la inteligencia, al servicio de la verdad.