Maite Rodríguez Iglesias

PLAZA MAYOR

Maite Rodríguez Iglesias

Periodista


Balances

01/01/2022

Es tiempo de balances y nostalgias. Como cada final de año toca evaluación y fijar nuevos propósitos para los próximos doce meses. Ya lo cantaba Mecano:  «En el reloj de antaño, como de año en año, cinco minutos más para la cuenta atrás, hacemos el balance de lo bueno y malo, cinco minutos antes de la cuenta atrás». Una cuenta atrás para estrenar un 2022, que nuevamente se nos promete que será el de otra nueva normalidad. Esperemos que así sea porque la que estrenamos en este 2021, que agoniza, no fue tal como se nos prometió.
Un ejercicio de revisión que es muy complicado, en todos los ámbitos. Todavía no es posible baremar todas las consecuencias de la explosión de la sexta ola en plenas fiestas navideñas. Por un lado, hay mucho optimismo en que esta variante sea definitivamente más débil que las anteriores y esto implique el comienzo del fin, esta vez sí, de  la pandemia. Pero, de momento, está dejando cifras récord de contagios y eso, al margen del altísimo coste en vidas humanas, está impactando directamente en una economía ya de por sí bastante maltrecha.
En este escenario de incertidumbres también es complejo dilucidar la efectividad o inutilidad de la variedad de políticas y discursos que se ofrecen para afrontar esta crisis. En Castilla y León nos han fijado esa tarea para el próximo 13 de febrero, una encomienda con tintes románticos, derivada de la ruptura de un matrimonio de conveniencia, que ha acabado en el peor de los divorcios. La convocatoria electoral implica que ya estemos inmersos en una intensa precampaña, donde se está hablando poco, o muy poco, de programas electorales y soluciones a los problemas endémicos, y abundan las descalificaciones del rival. Un clima de crispación que se traslada a la calle, donde muchos se sienten desvalidos o desasistidos en una situación inédita, que se está cronificando. 
Pero no todo es negro o gris, en el balance de este año hay que destacar el logro que ha significado desarrollar una vacuna contra la covid-19,  que ha salvado miles de vidas, en menos de un año. Igualmente hay que aplaudir el trabajo de los profesionales de la sanidad, tanto en el ámbito hospitalario como en los dispositivos de vacunación. Y así se podría hacer una inmensa lista con miles de profesionales que han logrado que nuestra vida sea mejor en medio del campo de batalla que ha generado la maldita peste.