Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Marca España

10/06/2021

La Marca de esta España, la Marca España de Sánchez, no pierde oportunidad para caer en el ridículo. El último ha sido enviar a la selección española de fútbol, sin vacunar, a la Eurocopa.

En el momento de escribir estas líneas son dos los jugadores con corona virus. Lo peor no es el bochorno de enviar a una selección a un campeonato internacional sin tomar las medidas de precaución obligadas ante una pandemia, sino que en las alturas gubernamentales todavía hay quien afirma que se han hecho bien los deberes y que la vacunación en España ha sido ejemplar. No sirve como excusa que otras selecciones también han acudido sin vacunar o han dado libertad a sus jugadores de hacerlo: hay que copiar lo bueno, no los errores que puedan cometer algunos, y la prueba de que las cosas se han hecho mal son las bajas producidas entre los jugadores. Que evidentemente tendrán consecuencias en el resultado del campeonato.

Mal ejemplo del despropósito cometido cuando los españoles, todos sin excepción, han sido obligados a tomar medidas extremas durante más de un año, y lo menos que se puede exigir a las autoridades es que una selección española sea ejemplo de cumplimiento de esas medidas.

Se han cerrado millares de establecimiento, exigido normas sobre la distancia en centímetros que deben separar a quienes asistan a los actos públicos; se han cancelado fiestas y ferias, no se permite viajar sin un certificado que garantice que no se tiene corona virus, se ha prohibido durante meses consumir en el interior y en barras de bares y restaurantes … Y sin embargo se manda a la selección a disputar un campeonato en el que tienen que jugar piel con piel, tocarse, abrazarse y hasta empujarse sin hace falta. Y todo porque no tienen la edad que corresponde para vacunarse ni pertenecen a ninguno de los sectores a los que se ha dado prioridad.

No se puede dar más papanatismo. Se dar además en un escenario de público multitudinario, expectante ante un campeonato que concentra a millones de personas ante los televisores, y que tiene a la selección española como referente de buen hacer en el deporte rey.

Hoy lo español está de capa caída, y lo ocurrido con la selección de fútbol es el último ejemplo. Se comprende que algunos de los países más solventes hayan aconsejado prudencia a su gente advirtiéndoles que España no es un país seguro; se comprende que Biden siga sin tener el menor interés en hablar con Pedro Sánchez ni siquiera cuando viaja a Europa, y se entiende que Grecia haya eliminado a Navantia de las empresas que pretenden llevarse un megacontrato de venta de varias fragatas. La única empresa eliminada.

Si no somos capaces ni de enviar a la selección de fútbol a un campeonato cumpliendo en condiciones óptimas ¿cómo se va a pedir a este gobierno que resuelva problemas económicos y políticos de gravedad extrema?