Julio Valdeón

A QUEMARROPA

Julio Valdeón

Periodista


Bambino, algo salvaje

22/10/2021

Llega a la Seminci Algo salvaje. El documental, con recreaciones de ficción, que ha dirigido Paco Ortiz sobre Bambino. Como cualquiera de ustedes, todavía no lo he visto. Pero estoy en disposición de escribir al respecto. No por la película, que a juzgar por el trailer gasta un aspecto imponente, sino sobre el cantante de Utrera. Nadie, ni antes ni después, ha cantado en España con ese desparpajo de huracán en salsa. Si acaso los hermanos Amador, especialmente Rafael. Pero ellos jugaban ya a otro juego. Con otras influencias. En otro país. Tal vez María Jiménez, la otra gran vocalista española más allá del flamenco, hum, puro. Pero María no dejaba de ser la respuesta, femenina y genial, al modelo previamente forjado y roto por Bambino. Un tipo del que una noche escribí que, más allá de la rumba, del flamenco y del viaje de ida y vuelta con el bolero, fue una forma asilvestrada, sensual, potente y extrañamente sofisticada de plantarse ante el mundo desde la pura heterodoxia. Alguien que disfrutó del éxito, sobre todo en directo, venerado por colegas y amigos como Camarón. Acabó como el José Alfredo que dice adiós en aquella rancheraza crepuscular. La película de Ortiz ha logrado ya un hito. Que la discografía de Bambino, perdida hasta ahora, descatalogada, condenada a ediciones piratas, cintas de gasolinera y vinilos fabricados con la desidia de entonces, conozca una indispensable, largamente aplazada restauración. Bendita sea la iniciativa. Nos saca (unos centímetros) del tercermundismo cultural. No en vano en este país siguen sin digitalizar, pongamos, varios de los discos claves de Manzanita, Cecilia o Lola Flores. A Bambino le rindió homenaje Joaquín Sabina, que escribió 19 días y 500 noches con el torbellino utrerano cosido a la memoria, y le tributaron cante y aplausos José Mercé y otros. Pero todo el amor, la veneración y el respeto de quienes amaron su arte llegaban, ay, tarde. Murió pobre. Casi olvidado. Fue nuestro Elvis, nuestro James Brown, nuestro Jerry Lee Lewis por bulerías, La Lupe flamenca o Robert Johnson cruzado con Miguel de Molina. Qué alegría, saludarle de vuelta.