Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Sin fútbol

03/12/2020

Dicen que le falta hambre porque encargados de empujar al equipo han ganado mucho en poco tiempo y están saciados de victorias y títulos. Y que le falta espíritu, porque se ha demostrado que sin Ramos es un equipo muerto, sin corazón. Y que le falta actitud, porque de los seis partidos que ha empezado perdiendo esta temporada ha perdido cinco y empatado sólo uno, el del 'milagro' de Moenchengladbach. Y que le falta preparación física, y que por eso cada adversario, pequeño o mediano, le gana sobradamente 30 ó 45 minutos de cada partido. Y que le falta autocrítica y planificación y esto y aquello y lo de más allá… Pero, ¿y si lo que le falta de verdad es fútbol?

El Real Madrid, y no sólo él, ojo, ha vivido instalado en una burbuja de autosuficiencia, mirándose el ombligo, mientras el fútbol cambiaba paulatinamente hacia 'algo' más ágil, físico, veloz, eléctrico. En tres o cuatro años. Señales evidentes: Liverpool y Bayern. Y otras no tan evidentes pero sí concluyentes: el incremento del ritmo de juego, de minutos disputados por partido, de goles por partido que se lograban en Alemania e Italia, quienes se sumaban a los promedios estratosféricos de Inglaterra, etcétera.

En cierta forma, el Real Madrid (tal vez, sí, toque señalar a Zidane) pensó que mantener lo que funcionaba era suficiente, que con las mismas piezas (tal vez, sí, toque señalar a Florentino) iba a ser capaz de adaptarse a los nuevos tiempos, y que con la misma actitud (tal vez, sí, toque señalar a los jugadores) seguiría atemorizando a los rivales y llevándose el 90-95% de los partidos de una temporada casi sin despeinarse. Llevarte los puntos ante el Barça o el Inter es genial si luego cumples con el resto del guión, o sea, si acumulas también los puntos intermedios ante adversarios menores. Pero para eso hace falta fútbol, un estilo, un patrón. Porque jugar a ganar sólo vale si ganas.