Rafael Torres

FIRMA SINDICADA

Rafael Torres

Periodista y escritor


La tierra que no está en el mapa

19/05/2022

Según el nuevo presidente de la Xunta, la próxima visita del ex rey Juan Carlos a Sanxenxo va "a poner a Galicia en el mapa". Se ve que no estaba. Que el país de Maeloc, Rosalía, Valle Inclán, Cunqueiro, Fole, Castelao, la Pardo Bazán, el Mariscal Pardo de Cela o los Irmandiños no figuraba al noroeste de la Península Ibérica, y que ni su geografía física y política, que creíamos tan reconocibles, aparecen por ninguna parte.
Ni Fisterra, ni la Costa da Morte, ni las Rías Altas ni las Baixas, ni las murallas de Lugo, ni Compostela, ni San Andrés de Teixido, ni el Miño, ni Los Ancares estaban en el mapa de España, y mucho menos en el del mundo, pero menos mal que la visita de ese señor va a poner a Galicia en el mapa para que los escolares sepan, en adelante, que está ahí, y bien visible, porque la puso un regatista, dejémoslo en regatista, que llegó de Abu Dabi.
Quizá Alfonso Rueda, el delfín de Feijóo elevado a la presidencia de un país que no estaba en el mapa, ha querido decir que no lo estaba en el del comisionismo internacional o en el de la defraudación. En ese caso, en efecto, la visita del ex rey lo va a poner bien puesto sin lugar a dudas. El alcalde de Sanxenxo, ángel anunciador de tan fausta noticia, está más contento que unas castañuelas, y no es para menos: eleva momentánea y simbólicamente a su municipio a la capitalidad de Galicia en esa apócrifa ubicación en el mapa.
La Justicia española no persigue al ciudadano Juan Carlos de Borbón, de modo que puede ir donde quiera tranquilamente, más, aprovechando esa libertad de movimientos en su retorno, bien podría ir, antes que a Sanxenxo, a dar explicaciones a los españoles sobre su malhadada conducta. De dónde sacó los 65 millones que le "regaló" a Corinna, por qué puso pies en polvorosa cuando las fiscalías de dos países empezaron a husmear en sus chanchullos, por qué, en fin, dejó la reputación de su país tan tirada. Luego, ya sí, puede acercarse a Sanxenxo, que es un sitio fantástico, a regatear o a hacer lo que estime conveniente.
El nuevo presidente de la Xunta, señor Rueda, tiene, en fin, una extraña idea de lo que es estar o no estar en el mapa. Al parecer, creyendo que la tierra que le ha tocado gobernar no estaba, se ha apresurado a buscar el modo de ponerla, y con las prisas ha encontrado la peor manera. Galicia no está, por fortuna, en el mapa donde Alfonso Rueda cree que la tal visita va a ponerla.