Pablo Álvarez

ZARANDAJAS

Pablo Álvarez

Periodista


¡Hola! ola

03/04/2021

Ser un buen periodista no te convierte directamente en un buen director de un medio de comunicación igual que ser buen médico no te convierte por arte de magia en buen gestor. A lo largo de mi carrera he conocido a espléndidos compañeros de profesión a los que las empresas ascendían a categorías de jefes y han desbaratado redacciones que funcionaban como relojes suizos porque nadie les había enseñado como gestionar y liderar. Al igual que me vienen a la cabeza directores a los que mejor no pedir que fueran a buscar una noticia porque no sabían por dónde empezar pero a la hora de tomar decisiones, buscar orientaciones, marcar líneas y gestionar equipos eran brillantes. Lo ideal es conjugar ambos, que también los hay, pero en el caso de tener que elegir me quedo con lo de zapatero a tus zapatos.
En el ámbito sanitario el caso de Verónica Casado es el de una buena médica, reconocida como «la mejor del mundo», querida y apreciada por sus pacientes, sagaz investigadora… Pero como consejera de Sanidad deja mucho que desear. Cuando aceptó el cargo no podía imaginar la que se le vendría encima apenas ocho meses después de tomar posesión, esta maldita pandemia que nos está matando. Literalmente. 
Todos comprendimos que hace un año los sanitarios estuviesen desabastecidos de equipos de protección y se improvisaran soluciones. No tenemos derecho a culparle de que aumenten los contagios mientras nos tomamos las recomendaciones como nos viene en gana. Ahí está la responsabilidad de cada cual. Pero en este año trágico que marcará nuestras vidas, el equipo que lleva las riendas de la Sanidad de Castilla y León -bajo su batuta- se ha visto sobrepasado y su estrategia ha sido la de escurrir el bulto, cero asunción de responsabilidades, la improvisación como bandera y cerrar bares, iglesias y gimnasios.  
El último capítulo en este océano de improvisación es el comienzo de la vacunación masiva a las personas de 65 años en Valladolid a partir de este lunes, saltándose a los grupos de población de los septuagenarios y avisando ¡a través del Twitter del delegado territorial de la Junta en nuestra provincia! Sin ninguna noticia oficial, sin información en los centros de salud, sin notificaciones personales ni cita previa… Citando a los vecinos de media provincia en el Miguel Delibes y a otra media en Media del Campo. Muchos tienen más de una hora de camino en coche cuando se recomienda no conducir después del pinchazo. Y sobre todo, sin ninguna explicación. ¿Para qué? Luego dirán que ha sido un problema de comunicación cuando lo que hay realmente es un problema de gestión. ¡Y gordo! ¿Creen en los milagros? Pues si sale todo esto bien, empiece a creer. 
Y mientras tanto, ¡hola! ola. A por la cuarta.