Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


Fichados

06/11/2021

Cuando éramos niños, ir a de vacaciones a una playa del Mediterráneo era todo un ejercicio de estoicismo. Los atascos que se generaban en algunos pueblos de La Mancha ponían a prueba la paciencia de cualquiera que fuera a bordo de aquellos coches sin aire acondicionado y que, por no tener, ni tenían un triste cinturón de seguridad en los asientos traseros; debíamos ser inmortales los chavales de la Generación X... Eran otros tiempos, unos en los que la comunicación con la familia que se quedaba en la meseta se limitaba a alguna postal y a un par de llamadas desde la cabina.
Hace solo treinta y pico años de eso, pero nada tiene que ver con lo que viven nuestros hijos con sus vacaciones. Las autovías (que por ahora son gratis) convierten los atascos en una anécdota, los coches tienen de todo y las comunicaciones son videollamadas a pie de mar, fotos diarias de presumir y todo lo que se nos imagine. A cambio, hemos de asumir que estamos fichados.
Google ya nos va recordando qué tiendas virtuales hemos visitado, qué viajes queremos hacer o qué zapatos estamos pensando en comprar. Amazon te sale con aquello de 'quizá estás interesado en...' porque un día estuviste mirando precios de un móvil nuevo. Y en ocasiones hasta parece real aquel mito de que hay alguien escuchando nuestras conversaciones. Fichados, lo dicho.
Gracias a los móviles, o por culpa de ellos, la realidad es que dejamos un rastro preciso de nuestros movimientos tanto físicos como virtuales. Saben lo que buscamos, saben lo que queremos y saben hasta nuestro destino de vacaciones, como hemos sabido a través del último informe del INE sobre la movilidad de los españoles.
El posicionamiento que ofrece la señal de un smartphone ha servido para resolver todo tipo de delitos, pero también para que el INE sepa nuestras costumbres y pueda decir que la noche del 15 de agosto había más de 12.000 vallisoletanos durmiendo en Cantabria, 10.000 en Madrid, 8.000 en Asturias y 5.000 en Alicante. Que de los 124.000 que pernoctaron fuera de casa aquel sábado, había un millar en Gijón, más de 600 en Benidorm y 300 y pico en Chiclana de la Frontera. La sensación de estar fichados es evidente, aunque en realidad nadie invada nuestra intimidad con ese tipo de estudios, que, aunque acongojen con su nivel de precisión, solo nos tratan conmo un número más en el maremágnum del big data.