Vidal Maté

Vidal Maté

Periodista especializado en información agraria


El año agrario cierra en negro

20/12/2019

Y  a no queda margen para la sorpresa. El año se cierra con un balance netamente negativo, tanto en lo que se refiere al volumen de las producciones más importantes, como al valor de las mismas considerando los precios de los mercados. Y en la parte contraria, los incrementos sufridos en los costes de producción, que nunca bajan, desde los abonos a las semillas, pasando por los servicios. Para tratar de clarificar el recorrido de los precios de venta de los productos agrarios a la industria y a la gran distribución funciona en Agricultura un Observatorio donde, al menos, se ponen los datos sobre la mesa, aunque no sirvan para mucho y se tratan de conocer dónde se hallan los desajustes en la cadena. Por el contrario, no se ha hecho lo mismo para tener un seguimiento de los precios pagados por el sector agrario para producir.
Desde la perspectiva de las producciones más importantes, a falta de los datos oficiales, se puede concluir ya que 2019 ha sido uno de los peores de los últimos años.
La cosecha cerealista experimentó un descenso superior al 20% cayendo la misma de 24 a los 18,3 millones de toneladas, según los datos manejados por las Cooperativas Agroalimentarias. La sequía hizo mella en el conjunto de las zonas productoras y muy especialmente en las provincias de la mitad norte de la península. Esta caída de las producciones no se compensó con un incremento de los precios en unos mercados, que en los últimos tiempos se han mantenido estabilizados o a la baja haya buena o mala cosecha en el mercado interior por el peso de las importaciones. 
Tampoco fueron positivos los resultados de la vendimia con un importante descenso hasta los 38 millones de hectolitros frente a los 50 de la campaña anterior. La falta de lluvias se sumó a otros fenómenos como la piedra y las heladas en un sector donde tampoco han despegado los precios en origen. España volvía a aumentar la venta de vinos en el exterior por la elevada temporada precedente y parece hubo una mínima recuperación de la demanda en el mercado interior, pero todo en base a bajadas de precios. En el exterior, más ventas, pero el precio medio cayó a 1,22 euros por litro en los vinos envasados y a 0,40 euros en los caldos a granel.
 El sector del aceite de oliva ha cabalgado en las últimas dos campañas entre la cifra de producción récord, de 1,8 millones de toneladas, y la actual donde la misma se estima en 1,3 millones. Frente a esas producciones, los mercados se han mantenido en ese tiempo con unos precios bajo mínimos pasando de casi cuatro euros/kilo en origen a las cotizaciones actuales que oscilan entre los 2,1 euros, para un virgen extra, a 1,8 euros, para un tipo lampante. Las medidas para el almacenamiento de aceite no han funcionado hasta la fecha ante la cicatería comunitaria a la hora de autorizar las retiradas del mercado, situación a la que se suman los aranceles a las exportaciones del óleo envasado impuestos por Estados Unidos solo al de origen español. Ello obliga a las industrias nacionales a tener que comprar aceite en otros países para poder exportarlo sin aranceles con sus marcas a Estados Unidos.
No ha sido mejor la situación del sector de frutas y hortalizas, desde los cítricos valencianos a las frutas de hueso y finalmente el conjunto de las hortalizas en zonas de producción intensiva y bajo plásticos donde las cotizaciones han permanecido hundidas en origen..
En la parte negativa se halla, igualmente, el vacuno de leche y en general todas las leches, con precios estancados como en los últimos años.
En positivo, destaca principalmente el comportamiento del porcino donde siguieron subiendo las producciones y los precios ante la crisis por la peste en China que obliga a llevar a cabo elevadas compras en el exterior. 
Como consecuencia de todo ello, la renta experimentará un retroceso tras años de subidas, aunque, oficialmente, a esta fecha, Agricultura no ha dado una cifra como hacía en años anteriores.
Donde sí hay datos sobre el comportamiento de la renta en España y en la UE en este ejercicio es en la estadística manejada por Eurostat. Según un análisis de esos datos, hecho por la organización agraria Unión de Uniones, en el conjunto de la UE se habría registrado un incremento del 2,4% al pasar la misma de 167.00 a 171.000 millones de euros con un avance del 2,2% en Italia o del 7,2% en Francia.
En España, de acuerdo con esos datos de la estadística oficial comunitaria, la renta habría caído en un 8,6% desde los 28.640 millones de euros que tuvo en 2018 a 26.180 millones contemplados en el primer avance de este año. Esta reducción se debe a una caída del 3% en el valor de las producciones y, además, a un incremento del 3,6% en el los costes de producción
En los datos manejados por la Administración sobre la evolución de la renta agraria en España cabe señalar que en 2018 la segunda estimación oficial del Ministerio al pasado mes de enero cifraba la misma en 30.217 millones lo que suponía un incremento del 4,3% y seguir en la senda positiva de los últimos cinco años. Meses más tarde, señala Unión de Uniones, Agricultura rebajó esa cifra en 1.573 millones con lo que la renta en 2018, de tener un incremento del 4,3% se había reducido el 1,75% sobre el ejercicio precedente. Ello supone una caída acumulada desde 2017 ya superior al 10%.
Desde la organización agraria se reclama a la Administración revisar en profundidad los sistemas utilizados para elaborar este tipo de estadísticas y así evitar dar una imagen distorsionada del sector al manejar unos niveles de rentas que no se corresponden con la realidad. Según los datos oficiales, la renta por Unidad de Trabajo Año, algo que equivaldría a un activo en el sector, asciende a los 30.000 euros y la Renta Empresarial Agraria que indica la remuneración de los factores propios de producción y, entre ellos, la mano de obra familiar, sería superior a los 50.000 euros anuales.
Para la organización, además de revisarse los sistemas para elaborar la estadística, a la hora de analizar las rentas del sector, se deberían contemplar también los datos de la Agencia Tributaria donde los rendimientos declarados por los agricultores y ganaderos que viven fundamentalmente de la actividad se situarían en una media de solo 11.500 euros anuales.