Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Más madera

21/05/2019

Eso, «más madera» (pero con respeto, buenas formas y sin insultos) es lo que espera el personal del segundo debate, que se celebrará hoy, entre los cuatro principales aspirantes a la Presidencia de la Junta. El de hace una semana estuvo sosote, con poca chispa y menos picante. Asistimos a una sucesión de monólogos con mucha autoloa y escasa confrontación de argumentos y posturas. Nos quedamos sin saber qué quiere hacer cada partido (PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos) con esta tierra y cuáles son sus métodos y programas para lograrlo. Ya sé que es muy difícil, casi imposible, desplegar todo un catálogo de medidas y actuaciones en un tiempo tasado y con tentaciones de replicar a otros intervinientes. Pero una cosa es eso, la dificultad inherente a todo debate, y otra distinta un encefalograma casi plano en cuanto a interés, novedades y concreciones claras y rotundas sobre cada uno de los temas que salieron a colación. Tan solo se animó algo el asunto cuando se abordó la corrupción o regeneración democrática o como queramos llamarla. Todos sabíamos de qué iba la copla y todos vimos al candidato del PP, Fernández Mañueco, sudar tinta y tratar de capear el temporal con ofertas de pactos y lucha de todos contra la corrupción. Cuán largo me lo fiáis, parecían decirle los demás, especialmente Igea (Cs), el más duro y atinado contra el popular. Aquel final del debate parecía presagiar «más madera» para la cita de hoy. Hace falta. Los castellano-leoneses tenemos derecho a conocer qué destino nos espera según ganen unos u otros. Y ellos, los líderes, tienen la obligación de decírnoslos sin demagogia ni mentiras ni rodeos. Es la última oportunidad para fijar posturas con el rival delante, con ese que puede replicar, criticar y sacar los colores. Además, todos conocen ya esas encuestas que favorecen a PSOE y Cs y suponen fuertes varapalos para PP y Podemos. Hoy tienen la ocasión de rebatirlas o confirmarlas. Se juegan mucho, pero, sobre todo, se lo juega esta tierra, necesitada de que alguien se la tome, de verdad, en serio y aborde sus problemas con valentía y decisión.