Fernando Aller

DESDE EL ALA OESTE

Fernando Aller

Periodista


Cornadas 10-N

27/09/2019

El desprestigio de los partidos políticos que alcanzaron representación parlamentaria en las elecciones de abril está provocando la incorporación de nuevos aspirantes a captar los votos de ciudadanos desengañados, escépticos y decepcionados. El efecto llamada por la incompetencia de unos, el egocentrismo de alguno y las insolidarias estrategias de otros, puede tener algo positivo: mayor movilización del voto. En contra, su dispersión alejará la deseable concentración que pudiera contrarrestar la incapacidad manifiesta para sumar esfuerzos.
A esta fiesta de la ambición se apuntan por igual siglas en el ámbito nacional y partidos localistas, tan plenos de esperanza como vacíos de posibilidades de triunfo. Entre los primeros cabe citar la presencia de Errejón, que a buen seguro le va a meter un rejonazo a su excamarada Iglesias, aunque el voto dividido acabará por penalizar la fuerza que representan ambos contendientes. Es difícil aprender en cabeza ajena y la izquierda política no parece haber aprendido nada de la experiencia del otro bando, de la derecha agrupada ideológicamente en la Plaza Colón y separada por los personalismos en las urnas.
En el ámbito localista cabe hacer referencia a la decisión de la Unión del Pueblo Leonés de presentar candidatos. La decisión ha sido adoptada por abrumadora mayoría del comité ejecutivo del partido leonesista, que cuenta con un representante en las Cortes de Castilla y León. Aspira esta formación política a superar los cuarenta mil votos, quince mil más de los alcanzados en las elecciones autonómicas. Argumentan que con esta cifra podrían arrebatarle el diputado que consiguió Ciudadanos por León, a poco que los naranjas pierdan ocho mil votos. Su posición de neutralidad al permitir con su abstención la llegada del PSOE a la Alcaldía de León como la lista más votada, hacen a la UPL partido acreedor a sumar descontentos de todo el espectro político y a levantar del asiento a quienes en abril se quedaron en casa.
Pero eso ya son elucubraciones de dudoso resultado. La única realidad es que el salto de nuevos espontáneos al ruedo multiplicará las cornadas.