Últimamente, pasear tranquilamente por nuestra ciudad se está convirtiendo en un deporte de riesgo. Y la causa no es otra que la falta de respeto de las normas por parte de algunos usuarios de patinetes eléctricos y bicicletas, que circulan sin control por zonas que tienen prohibidas, como aceras y áreas peatonales. Y así, cada vez más, podemos leer en los medios noticias de accidentes o de atropellos de personas. 
A la vista de esta problemática, VOX propuso en el pasado Pleno una serie de medidas para que el Ayuntamiento, en el ejercicio de sus competencias, ponga un poco de orden en este caos circulatorio, propuestas que fueron todas rechazadas por el rodillo socialista. 
Y así, propusimos que ya que este tipo de vehículos (patinetes y bicis) van a ser usuarios de la vía pública, se concreten sus deberes: vías por las que pueden circular o no, elementos de seguridad, como el uso de casco y chaleco reflectante, necesidad de un seguro de responsabilidad civil para caso de accidente, etc.
También pedimos que se exija el cumplimiento de la normativa, en aras de proteger a los que sufren con mayor gravedad los efectos de los accidentes, los peatones: por ejemplo, uniéndose a la campaña de la Dirección General de Tráfico #HagamosAcera, cuyo objetivo es informar, controlar y vigilar la prohibición de circular por las aceras para los patinetes eléctricos, el respeto del límite de 25 km/h, y el control de tasas de alcoholemia y drogas, campaña a la que el Ayuntamiento no se ha querido adherir.
Y por último, exigimos que el equipo de gobierno finalice urgentemente la redacción y tramitación de la Ordenanza de Movilidad Urbana, que acumula ya varios años de retraso, y cuya tramitación empezó, 'curiosamente', justo antes de las elecciones municipales de mayo del 2019, otro ejemplo del marketing y propaganda al que nos tiene acostumbrado el alcalde, Óscar Puente.
Es urgente que el Ayuntamiento tome medidas para regular la convivencia entre los peatones por un lado, y patinetes electricos y bicis por otro, no podemos permitir que nuestra ciudad sea una ciudad sin ley.