Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Desafío

11/06/2020

El corazón del mundo ha podido seguir latiendo durante la pandemia gracias a que es digital. Las redes han propiciado este milagro en el ocaso del presencialismo. Esta polisinodia ha evolucionado, en efecto, desde un sistema social a un modo de vida. Y protegerlo es una prioridad absoluta, armarse contra un ciberataque universal que detenga nuestra vida. Tan cierto como que hay pandemias. Cosas que nunca pensamos.
Ese ataque sería informático. La nueva OTAN se está armando y su cuartel general podría estar en León, la ciudad del INCIBE. El Gobierno auspicia que se instale aquí el Centro Europeo de Ciberseguridad, preciada concesión en la que anda la Unión Europea, cuyo resolución se emplaza para los próximos meses y que vendrá acompañada de inversión, creación de empleo y mucha modernidad.
En su consecución se están empeñando relevantes naciones europeas en una “olimpiada” que sólo acaba de empezar y para la que tenemos que afinar nuestra capacidad de influir y toda la potencia de tener un país detrás apoyando un proyecto de esta envergadura. De lograrse esta implantación se culminaría una metáfora gigante, la del paso de una industria energética y del carbón a la del control de la seguridad de nuestro mundo intercomunicado.
Por ser enclave estratégico, León y sus polígonos consiguieron en su momento algunas instalaciones que aún hoy emplea a miles de personas. El INCIBE es, a estos efectos, un enclave fundamental, junto con la existencia de una instalación donde ubicar el centro y toda una sociedad abrazando esta iniciativa. Ha llegado el momento de aparcar dislates identitarios más propios de la edad media que del próximo medio plazo y amparar entre todos este reto. Un desafío monumental, cuantitativo y cualitativo.