Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


Siempre tarde

30/06/2019

Ayuntamientos constituidos, acuerdos a múltiples bandas y territorios, enfados y reconciliaciones, pactos, negociaciones y gobiernos en ciernes... Superado el empacho electoral de la primavera, la etapa 2019-2023 arranca en un marco novedoso en decenas de puntos del mapa, en los que el bipartidismo es historia y en los que la sociedad se muestra ansiosa por ver si ha acertado con su voto.
Es el momento de hacer «otra política», del «cambio», de la «regeneración», según dicen. Es su oportunidad de cumplir y no defraudar, rebate la ciudadanía. Es el momento de que la política recupere efectividad y no llegue tarde, porque los únicos paganos de esos retrasos son los ciudadanos.
Un ejemplo es lo que contamos (página 32) que ocurre con un centenar de familias de Arroyo de la Encomienda que en su día, ante la falta de instituto en el municipio, tuvieron que llevar a sus hijos a centros de Parquesol o Arturo Eyries. El proyecto de construcción de un IES en la localidad no arrancaba y a estas familias no les quedó otra que elegir a cuál se iban, optando estas cien por el Julián Marías de entre los tres centros adscritos fijados por Educación, que se encargaba de recoger cada mañana a los chavales en buses y llevarles. Pero hoy, con la entrada en servicio del IESO Arroyo, el Marías deja de ser adscrito y esos buses se van a esfumar a la vuelta del verano para todos los que salten a Bachillerato.
Así lo determina la norma, dicen desde la Dirección Provincial de Educación, pero estas familias no quieren cantinelas burocráticas, sino una solución. Ellos tuvieron que salir del municipio porque allí no había instituto y ahora no les pueden dejar tirados.
El exponencial crecimiento demográfico de Arroyo no es ninguna sorpresa para nadie, excepto para la Consejería de Educación que siempre ha ido reaccionando tarde, con años de retraso. Hace unos años faltaban colegios de Primaria; luego, institutos; y ahora que se va a estrenar, se queda pequeño antes de abrir. Siempre tarde. Abren el quinto colegio pero ya sobran plazas en esas edades y empiezan a faltar en el nuevo instituto, del que se han quedado fuera 19 chavales para el próximo curso. Y luego llegará el problema de que no tiene Bachillerato y habrá que buscar cada año acomodo a un centenar de adolescentes. Otra vez fuera de Arroyo. Otra vez los buses. Otra vez el lío. Otra vez tarde. Siempre tarde.