Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


25 de julio

27/08/2022

Vox ha irrumpido en la política patria con las mismas ganas de cambiar las cosas que lo hicieron en su día Ciudadanos y Podemos. Cada uno a su manera, cada uno barriendo para su lado, cada uno buscando responder a las expectativas generadas entre sus acólitos. Incluso sacaría a Cs de la ecuación porque sus posiciones no solían rondar tanto los extremos como las de los otros dos y quizá por eso, sea el primero en pasar a la historia.
Los hinchas (los verdes y los morados) se llevarán las manos a la cabeza y me pondrán a escurrir por la comparación, pero es que hay veces que la pasión te ciega y no te deja ver la realidad. El paso del tiempo, los politólogos y los libros de historia (que irán tergiversando sucesivamente los gobiernos de uno y otro bando) nos dirán qué papel jugó cada uno de los exponentes de esa nueva política, esa que llegó con la gasolina de un hartazgo popular hacia los dos grandes partidos, que se vieron obligados a buscar la regeneración hartos de encajar bofetones en las urnas.
Vivieron una progresiva pérdida de poder y de dinero, y ya se sabe que a la fuerza ahorcan y unos y otros han tenido que coquetear con Podemos, Ciudadanos y Vox para resistir en el poder, aunque para ello hayan tenido que claudicar y tragar mucha saliva.
En Castilla yLeón pasa ahora a cuenta de los festivos. Vox se ha emperrado en cambiar el 2 de enero por el 25 de julio, dicen que por la simbología de la festividad de Santiago Apostol. La idea, con ese aire patriota tan del gusto de los seguidores del partido de Abascal, ha soliviantado a la izquierda, que ha visto una vía de agua en el Gobierno de coalición con esto de las fiestas.
Mucho más práctico es el ciudadano de a pie, ese que tampoco respalda el cambio pero no porque sea de izquierdas o derechas, sino porque va a salir perdiendo. Porque casi todo el mundo iba a empezar el año con solo tres días laborables en la primera semana (el 1 de enero cae en domingo y se pasaba al lunes 2, y luego el 6 de enero será viernes) y porque habrá muchos que se quedarán sin disfrutar ese 25 de julio (martes), todos aquellos que se encuentren de vacaciones y su recuento se haga con días naturales. Por no hablar de que la idea de Vox se pasa por el forro todo eso de la racionalización de horarios y organización de puentes festivos que tanto tiempo llevan reclamando los empresarios. Pero es lo que hay, partidos preocupados por lo accesorio, por lo estético y no por lo importante.