Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


Impunidad

26/10/2019

Juan baja como cada mañana a su garaje. Apurado, a la carrera, dispuesto a subirse a la vorágine de su día a día. Y a su coche, pero el corazón le da un vuelco. No está. Juan no lo sabe, pero se acaba de convertir en la última víctima de la banda del BMW. O la penúltima; a saber. Su actividad delincuencial vuelve a ser tan prolífica que puede que el coche de Juan esté abandonado ya en cualquier pueblo o, lo que es peor, ardiendo.
No hay ningún Juan. Bueno, en realidad, hay demasiados. Personas anónimas que experimentan esa misma sensación al bajar al garaje o al ir al lugar en que habían dejado aparcado su BMW. Pocas pertenencias hay tan amadas como un coche y ahora parece más fácil que nunca que te lo roben. Dicen que es tan sumamente sencillo que se hacen con uno en un par de minutos. De risa.
Son la banda del BMW, pero también roban Seat León, Volkswagen Passat y casi todo lo que se les ponga por delante. A partir de ahí, acelerador a fondo, alunizajes, robos, fugas y todo tipo de tropelías con plena impunidad. Porque a las Fuerzas de Seguridad no les vale con pillarles in fraganti en uno de esos coches o en medio de uno de sus asaltos a bares. Son robos con fuerza -sin intimidación hacia las personas- y nuestro querido sistema dice que hace falta una profusa investigación de su actividad delictiva para que el juez tenga los argumentos suficientes para poder enviarles a prisión. Mientras tanto, libertad provisional. Mientras tanto, impunidad.
Y Juan yendo a reconocer su coche. Con la cerradura forzada y con las groseras huellas del paso de una banda de delincuentes por su interior. «Sí, es mi coche», dice. «Pero ya no es mi coche», masculla.
Y, mientras, la banda del BMW preparando  su siguiente golpe. Esta es la versión 2.0, aún incipiente, pero ya está reorganizada y dispuesta a emular lo que hizo en 2016 y 2017 la primigenia banda del BMW, la que lideró con inteligencia y puño de hierro un chaval de Las Flores apodado ‘Pipi’ y que, tras meses de impunidad, espera su juicio en una celda de Topas. ‘Pipi’ llevó a la banda del BMW a sus máximas cotas, asaltando camiones llenos de Thermomix, alunizando en varias tiendas de Media Markt y en centros comerciales como Río Shopping... cuentan que en marzo de 2017, cuando cayó, incluso tenía planeado un robo de película al Casino de Valladolid.