Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


La revancha

12/05/2019

No hay mayor signo de grandeza que ser capaz de conceder a tu contrincante ya vencido la revancha. Claro que hoy ya no nos citamos a duelo de espada al atardecer, pero sí que nos medimos en algún juego de naipes, de mesa y hasta de videoconsola, y en nuestro deporte de fin de semana, por supuesto. La venganza es dulce y no engorda, que decía Alfred Hitchcock, seguramente pensando en otro tipo de venganza. Sí, la revancha es sana y divertida, solo la rechazan los cobardes.
En política, el PSOE, erigido en fulgurante ganador de las elecciones generales del 28 de abril, concede ahora la revancha a todos esos partidos que le miran desde una lejanía que era impensable hasta hace bien poco. Pedro Sánchez y los suyos no lo hacen por valentía, obviamente. Ellos ostentan el poder de haber sido los vencedores del primer duelo y ahora, en ese 26 de mayo para el que se inicia ya la cuenta atrás en forma de campaña electoral, toca revancha. De algún modo, ha sido por voluntad propia de Sánchez y el PSOE, que puso cuatro semanas antes de las municipales y autonómicas esas generales adelantadas que les han terminado aupando de nuevo a ser la primera fuerza política del país.
Y aunque ahora irrumpen candidaturas exclusivamente municipales y alcaldes con miles de fieles, toca revancha. Muchos de los votos volverán a ser en clave nacional, de esas siglas por las que apostaron hace un par de semanas y habrá quien, por supuesto, quiera vengarse... de ‘sus’ líderes por traicionar los teóricos principios por los que les apoyaron.
La duda surge, en efecto, en ciudades como Valladolid, en las que el panorama cambia por la división de la izquierda. Podemos y el VTLP de Manuel Saravia se tendrían que repartir los 24.000 votantes que apoyaron a los morados, lo que les dejaría solo con tres concejales, por los siete (tres y cuatro, respectivamente) que obtuvieron en 2015; eso si VTLP, miembro del actual Gobierno municipal, no araña algo de voto a un Óscar Puente que tiene tanto o más tirón en la capital que Pedro Sánchez y que si repitiese las 58.000 papeletas del 28-A ganaría un concejal, al pasar de ocho a nueve.
Cifra en cualquier caso insuficiente si los tres partidos de derechas consiguen idénticos votos que en las generales. PP (46.000 y siete posibles concejales), Ciudadanos (38.600 y cinco ediles) y Vox (24.000 y tres) sumarían en un hipotético tripartito. ¿Revancha?