Maite Rodríguez Iglesias

PLAZA MAYOR

Maite Rodríguez Iglesias

Periodista


La rana en la cazuela

03/10/2020

En los primeros días del confinamiento, allá por el mes de marzo, me atrapó la lectura del libro de Laura Spinney sobre la gripe española de 1918, El jinete pálido. El miedo, la incertidumbre y la necesidad de conocer a qué nos enfrentábamos en la crisis de la covid-19 me llevó hasta este trabajo de investigación, que rastrea esta epidemia anterior, que pasó a la historia casi como simple anécdota, pero que Spinney demuestra hasta qué punto contribuyó a cambiar la historia del mundo.
Un siglo después, en la sociedad del conocimiento, globalizada y digitalizada, repetimos casi paso por paso los errores de entonces. De hecho, uno de los lastres para frenar la primera oleada de la pandemia fue la incapacidad del sistema de salud, «burocratizado e infradotado». ¿Qué ha cambiado cien años después? Pero también se apunta la «terrible ignorancia» de la población, su «incapacidad» para comprender, por ejemplo, que una persona infectada que se desplazara transmitiría la enfermedad. ¿Tiene sentido repetir estas conductas cien años después, con toda la información y recursos existentes? Pues, por increíble que resulte, esta semana en los controles realizados se han localizado contagiados que no estaban cumpliendo su cuarentena. 
El mismo libro ofrece una explicación. Según la teoría de la resilencia colectiva, en algún momento la identidad de grupo se rompe y las personas vuelven a identificarse como individuos. Tal vez sea en este punto, una vez que ya ha pasado lo peor y la vida está volviendo a la normalidad, cuando hay más probabilidades de que aflore el verdadero mal. Pero todavía existe margen para evitar las consecuencias más graves de la pandemia de 1918, una gripe  que «remodeló las poblaciones humanas de una forma más radical que ningún otro acontecimiento desde la peste negra». Aunque la investigadora no es muy optimista tampoco en esto porque apunta que por más que ahora nos parezca impensable, la lección que nos enseña la historia es que esta pandemia también caerá en el olvido, y muy pronto. 
Una paradoja que encaja en la teoría de la rana en la cazuela, que utiliza el epidemiólogo Ignacio Rossel, quien apunta que nos estamos acostumbrando tanto a oir cada día las altas cifras de incidencia que la situación empieza a parecerse a la historia de la rana en la cazuela, que al calentarse el agua poco a poco, al final no se daba cuenta de que estaba hirviendo.