Maite Rodríguez Iglesias

PLAZA MAYOR

Maite Rodríguez Iglesias

Periodista


Si Delibes levantara la cabeza

23/02/2020

La improvisación y la cabezonería ya parece que inevitablemente vienen de serie en el ADN español. Antes nos excusábamos en los tópicos, pero ya lo hemos integrado como praxis. Resulta literalmente imposible que afrontemos un gran evento con todas las infraestructuras ejecutadas o todos los detalles de la programación cerrados con antelación. Es marca de la casa e incluso presumimos de esto frente a la planificación estricta de los chinos o la falta de flexibilidad de los alemanes. Y claro, en Valladolid no íbamos a ser menos y se ha dado el pistoletazo de salida a la celebración del centenario del nacimiento de Miguel Delibes sin tener toda la programación cerrada y, lo que es más importante, sin tener concretada la sede de la que será su Casa-Museo.
Esta semana se celebró una nueva reunión para prepar los actos de conmemoración, donde estuvieron presentes la Junta de Castilla y León, la Diputación de Valladolid y la Fundación Miguel Delibes. Todo indicaba que por fin se daría el visto bueno a la propuesta de Villa Julia, un chalé de principios del siglo XX en la calle Zúñiga, pero finalmente no fue así. Aunque el problema no es ese sino que la decisión impulsada por la Junta de convocar un concurso público para encontrar un inmueble, que comprará la propia administración regional, retrasará el proyecto seis meses más. Unos plazos que se alargarán más porque después habrá que fijar un acuerdo «a tres bandas» para la financiación de la posible rehabilitación del inmueble, su puesta en funcionamiento, su equipamiento y el posterior mantenimiento una vez se instale en el mismo la Casa Museo y la sede de la Fundación Miguel Delibes. En conclusión, quizás la futura Casa-Museo de Miguel Delibes se pueda inaugurar pero para la celebración del centenario de su muerte.  
Así que un centenario pensado para recordar y ensalzar a Delibes pero, sobre todo, que se convierte en una oportunidad de oro para dotar a la ciudad de un nuevo museo donde custodiar el legado que donará la familia, se está convirtiendo en un proceso farragoso y casi kafkiano, donde parece que pesa más la cabezonería que el sentido común. Menos mal que en menos de un mes, en la Biblioteca Nacional, se inaugurará una gran exposición sobre el escritor, que luego llegará en septiembre a Valladolid. Y, por lo menos, esa muestra sí que tiene ya la sede decidida.