Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


Daño irreparable

06/07/2022

El balance oficial facilitado por la Junta de Castilla y León sobre el reciente incendio que ha devastado 25.000 hectáreas, 15.000 de ellas de masa arbolada y el resto de monte abierto, pastos y terrenos agrícolas en la Sierra de la Culebra (Zamora), es la muestra inequívoca del desastre ecológico y económico producido en la zona. Sin duda, éste ha sido uno de los incendios más voraces registrados en la Comunidad y, lo peor, es que me temo que era claramente evitable.
Una parte de la Sierra, que consta de más de 65.000 hectáreas, pertenece a la comarca de Sanabria, actualmente declarada Reserva Regional de Caza, y su recorrido nos lleva a través de las también comarcas zamoranas de La Carballeda, por un lado, y de Tábara, Alba y Aliste, por otro. Hablamos de un amplio espacio que acoge o, mejor dicho, que albergaba hasta el momento del grave siniestro, una gran población de lobos, ciervos y jabalíes, además de varios cruces de ríos que, junto a su peculiar flora, hacían de este conjunto de montañas un paraje inigualable.
Por todo ello CCOO, y ante la presión popular de los más afectados, acaba de presentar una denuncia ante la Fiscalía Superior de Castilla Y León, exigiendo depurar responsabilidades ante lo que el sindicato entiende como una incompetencia política en este nuevo suceso que, junto al del pasado año en Navalacruz (Ávila ), no hace sino confirmar lo que los expertos apuntan en relación a la ineficacia –y escasos– medios de prevención contra incendios y preservación medioambiental que la Consejería de Medio Ambiente dispone.
El sindicato denunciante sostiene que el incendio acaecido en la Sierra de la Culebra era absolutamente evitable si se hubiera dado a tiempo respuesta a las alertas del sistema de vigilancia, que dio la voz de alarma sobre el riesgo extremo de incendios en esa zona días antes; por no hablar de que el operativo contra incendios estaba al 25% de sus efectivos.
Si se demuestran estas graves acusaciones algunos deberían ir recogiendo sus respectivos despachos en la Administración autonómica e irse a su casa pues el daño es irreparable y todo un ejemplo grave de irresponsabilidad pública.