Julio Valdeón

A QUEMARROPA

Julio Valdeón

Periodista


Negacionistas

07/08/2021

El milagro de las vacunas nos iba a bendecir cuando alcancemos la inmunidad de grupo, que los expertos cifraban a partir del 70% de la población. Pero la variante Delta, mil veces más contagiosa, habría elevado el listón al 80, incluso al 90%. Son números épicos, Incluso para una comunidad como Castilla y León, que tiene con la pauta completa a 7 de cada 10 personas susceptibles de ser vacunados. Israel, que iba como un cohete gracias a su acuerdo con Pfizer y una gestión impecable, planea inocular una tercera dosis a los mayores de 65 años vacunados hace más de 5 meses. Al igual que hace un año, compartirá los datos con las farmacéuticas y la comunidad científica. Hoy como en el siglo XVIII, acelera la mugre y gana la enfermedad cuando callan los sabios y permitimos que el oscurantismo, los rumores, las calumnias, la sinrazón y el miedo, suplanten el fulgor de la verdad. Necesitamos luz y datos, claridad y taquígrafos, para rajar el terciopelo de las tinieblas. Claro que estamos mejor que los estadounidenses, que tienen 100 millones de avestruces con la chola en el suelo. Cooptadas por las habladurías y los cuentos. Embaucadas por los analfabetos y los conspiranoicos. Igual que la izquierda posmo ha enmierdado el feminismo y ha convertido la defensa de las minorías en una cruzada antiliberal, retrógrada y cursi, las derechas populistas, vitaminadas por el jeta de Trump, desconfían de la ciencia. Han transformado las vacunas, que salvan vidas, en el enésimo capítulo de unas guerras culturales para volarlo todo por los aires. La civilización no caerá víctima de los alienígenas ni, de momento, de la guerra nuclear, sino asada bajo un paraguas de gases tóxicos y efecto invernadero, mientras florecen las mentiras y un ejército de idiotas y cobardes, conectados al smartphone en chándal, niegan la esfericidad de la Tierra, la física newtoniana y la evolución de las especies, los conocimientos acumulados contra los virus y las aportaciones de unas vacunas que han superado la fase III. Pero ve ahora y, armado de paciencia y libros, cuéntaselo a los negacionistas.