Julio Valdeón

A QUEMARROPA

Julio Valdeón

Periodista


Estudiarás lo que yo diga

19/01/2020

El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, y el presidente de la Real Academia de Ingeniería, Antonio Colino, se han reunido para, leo, acordar medidas que favorezcan la presencia de más mujeres en las  carreras STEM (acrónimo, en inglés, de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). La noticia me parece estupenda. Sobre todo porque hará dos años entrevisté para la revista Leer a Susan Pinker, una de las grandes expertas en psicología infantil de nuestro tiempo, autora de The village effect y La paradoja sexual. En el segundo, un clásico, aborda el estudio y reconocimiento de las diferencias biológicas en los niños. Al servicio de la verdad y, por supuesto, de la igualdad. Cuando debatimos sobre las carreras que prefieren las chicas Pinker me habló de un estudio monumental, dedicado al Informe Pisa, basado en el caso de más de 500.000 adolescentes en 67 países. Del que inferimos que ambos sexos obtienen unos resultados similares en matemáticas y ciencia durante el bachillerato y mejores, en el caso de ellas, en todo lo relacionado con la lectura y el lenguaje. «Puesto que pedimos a los chicos que elijan carrera basándose en aquello que son buenos y sus intereses», comentó, «quizá tiene sentido que en aquellos países donde pueden elegir sin cortapisas las chicas prefieren carreras más relacionadas con el lenguaje. No porque sean malas en ciencias sino porque ahí tienen una ventaja en cuanto al lenguaje». «Por otro lado», abundó, «las jóvenes eligen carreras de ciencias en mayor proporción que de ciencias en aquellos países donde gozan de menos libertades y protecciones, como Argelia y Arabia Saudí». Esto es, las jóvenes prefieren las carreras STEM en los países menos igualitarios, mientras que, «por contraintuitivo que parezca, en los países escandinavos proporcionalmente menos chicas eligen estudios superiores de ciencias». Pues parece altamente probable que «cuantas mayores son las garantías y las libertades, más libres son las mujeres [¡las personas!] para elegir exactamente lo que quieren». Hasta que los expertos cortan el libertinaje y deciden lo que (te) conviene.