Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Momento de alivio

18/06/2021

Tras el fiasco del ‘encuentro’ con Joe Biden, la polémica que no cesa sobre la concesión de los indultos a los directores del ‘procés’,  y con las continuas subidas de la luz y de las gasolinas que se dejan sentir en el bolsillo de los ciudadanos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha encontrado un poco de alivio a unas semanas llenas de altibajos con los empujones que le han llegado tanto desde la Unión Europea como desde el mundo de las grandes empresas, que ven buenas perspectivas en la evolución económica a corto plazo.

El placet de la Unión Europea certificado por la presidenta de la comisión, Ursula von der Leyen, a los planes de recuperación del Ejecutivo con los fondos europeos, de los que se recibirán 19.000 millones a lo largo de este año, aprobados con buena nota, es un alivio que viene a poner sordina a los malos augurios de quienes pronosticaban que el examen se iba a saldar con un suspenso. La presidenta de la Comisión, que se mostró satisfecha con la propuesta española, realizó un llamamiento para que la aplicación de los fondos Next Generation sea una labor compartida y fruto del consenso. No es mal consejo si no fuera porque dos no acuerdan si uno no quiere y menos si no lo quiere ninguno de los dos. Desde luego, el Gobierno no lo ha tenido fácil en Europa con los grupos de la oposición española, de los que se puede afirmar que su lealtad ha brillado por su ausencia y que intentaron poner palos en las ruedas para dificultar una posición favorable a nuestro país. Las intervenciones de Pablo Casado y de Luis Garicano en el Parlamento Europeo y con sus familias políticas en contra de los intereses del Gobierno de España están en la hemeroteca. El Gobierno, por su parte,  tampoco se ha mostrado muy dispuesto a compartir la responsabilidad en la elaboración de los planes aprobados por Bruselas. La decisión del Gobierno de convocar una conferencia de presidentes el próximo mes para abordar el reparto de los fondos es una decisión adecuada, demandada tanto por los responsables autonómicos como por los dirigentes de los partidos,  y ahí se verá de nuevo si hay voluntad de llevar a cabo una política de país o volverán a ser determinantes las luces cortas.

Si a la satisfacción por la buena nota europea se añaden las previsiones realizadas por los dirigentes de algunas de las principales empresas españolas en la reunión del Cercle d’Economía que se celebra en Barcelona, que afirman que la economía española “va como un tiro” (Ana Botín) es comprensible el suspiro de alivio del Ejecutivo, a lo que se añade además un cierto aval a la concesión de los indultos por parte del empresariado catalán e incluso del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en el que se nota el deseo de que Cataluña vuelva a ser una de las locomotoras esenciales de la economía española.

No está claro que, alguno de esos dos factores, contribuyan a revertir la sensación de cambio de ciclo iniciada en las elecciones autonómicas de Madrid, al menos de momento y hasta que sus efectos se dejen sentir, bien en la normalización de la política catalana, bien en el bolsillo de los ciudadanos. Los indultos porque causan malestar incluso entre los propios votantes del PSOE, y porque la buena marcha de la economía solo cotiza al alza en las épocas de bonanza generalizada.