Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Oportunidad

19/12/2019

Hay ciudades de Castilla y León (Palencia, Valladolid, León, Segovia) para las que la llegada de la alta velocidad ha sido un hito. Ya se nota en la capital leonesa, por ejemplo, en la proliferación de nuevos hoteles, las ocupaciones intensas en la palentina en determinadas fechas del año, por supuesto en la permeabilidad constante de segovianos entre su ciudad y Madrid. Por no decir que a Valladolid la alta velocidad le ha cambiado la vida.
Pues bien, la ocasión que llegará en 2020 la tengo por mayor aún: la liberalización del ferrocarril de pasajeros, que al igual que ya ocurre con el transporte de mercancías, se abrirá a operadores privados cuyos trenes podrán ofrecer tarifas mejores como ya ocurre en Francia (“ouigo”) cuya empresa SNFC operará junto con la italo-española Ilsa y Renfe, que acaba de presentar Avlo, los trenes morados. Éstos llegarán en primavera, pero para la liberalización completa sólo queda un año.
En diciembre de 2020, serán tres las opciones de trenes en España y nuestra Comunidad tiene que saber aprovechar el aflujo de pasajeros que puede acarrear. Ahora tenemos que saber articular mecanismos para que las compañías encuentren atractivo habilitar servicios en nuestras rutas, frente a las más intensas de Levante o Andalucía. Y tenemos que hacerlo con convicción completa, un plan de Comunidad para atraernos a los nuevos viajeros, que vendrán por menos dinero y activarán los nuevos destinos tales como Salamanca, Zamora o Burgos.
Tenemos por delante un reto interesantísimo y muy seductor. A ver si somos capaces de apreciarlo y a ver si no esperamos solo a que la Junta lo resuelva, que también, sino que entre todos seamos capaces de aprovechar este reto que se presenta como un aliciente seductor para el turismo, el comercio y la industria de una Comunidad como la nuestra. ¿Sabremos hacerlo? Ya queda menos de un año.