Incertidumbres, dudas, preocupación, respeto y en parte indignación. Son algunas de las palabras que se oyen en los dos clubes vallisoletanos del rugby nacional, El Salvador y el VRAC, tras la decisión de World Rugby de sancionar a la selección española, ratificada este jueves, por alineación indebida de Gavin van den Berg, sudafricano de nacimiento, en dos encuentros del Campeonato de Europa clasificatorios para el torneo mundial. La sanción deja a España, con varios jugadores de ambos conjuntos habituales en las citaciones, sin el Campeonato del Mundo de Francia; y conllevó la apertura de un expediente al Alcobendas, club del jugador, lo que aplazó la final copera de éste ante los chamizos; y su encuentro de cuartos de final de la próxima semana contra Recoletas Burgos.
«Por el bienestar del rugby español tenemos que estar en el Mundial y si existe una opción de hacer unas alegaciones, apoyamos este proyecto, por los aficionados, jugadores y el deporte en general», arranca el presidente de ElSalvador, Rian Butcher, que recuerda que además de esas alegaciones hay otro proceso, el doméstico, que afecta a la Copa y la Liga: «Hemos consultado a nuestro equipo de abogados. Y hay diferentes interpretaciones del reglamento, porque no hay antecedentes. Respetamos al Comité para aplazar la Copa y los cuartos de la Liga, pero hay ambigüedad en el próximo paso. El calendario está muy apretado y nosotros ahora solo pensamos en los cuartos de final del playoff liguero».
No hay fechas libres para jugar la final copera. Solo el 21-22 de mayo y en el club chamizo no lo ven, «porque seríamos el único club perjudicado».
«Tenemos que sentarnos con la Federación y el organizador y buscar opciones coherentes para la final», completa Butcher, preocupado por cómo se resolverán todas las incógnitas.
Un poco más duro es José María Valentín-Gamazo, presidente del VRAC.Su club ya mandó un comunicado en el que anunciaba que daba por concluida la temporada y renunciaba a jugar el playoff si finalmente Alcobendas fuese sancionado: «La decisión es en firme. Otra cosa es la duda que tenemos sobre la potestad de la Federación para obligarnos a competir –si un club abandona la competición puede ser sancionado–. No sabemos en qué medida puede afectarnos».
El dirigente quesero tiene muchas incertidumbres y muestra su «indignación» porque la Federación no ha contado con los clubes para nada en este proceso: «Cuando esto se sabía».
En el VRAC se muestra también su preocupación por cómo afectará todo lo que está ocurriendo a nivel nacional «en la masa social, aficionados y patrocinadores»; por ello reitera su petición de que desde la Federación se tenga más en cuenta a los clubes.