Los expertos epidemiológicos y de salud pública que llevan semanas compareciendo ante los medios para dar sus recetas sobre cómo afrontar esta pandemia coinciden al unísono en que la cuarentena social está siendo un elemento clave para contener la expansión de un virus que ha provocado una crisis histórica. La movilidad (o la ausencia de ella) ha demostrado ser un aspecto tan importante que el Gobierno incluso ha impulsado estudios de tecnología ‘big data’, con la información que ofrecen los teléfonos móviles de la población, para conocer el comportamiento (anónimo) de las personas durante la fase de confinamiento, estudios que se extenderán también para calibrar también el cumplimiento de las restricciones que continuarán en la ‘desescalada’.

Los análisis efectuados hasta la fecha evidencian que la sociedad ha respetado la cuarentena y se han registrado días con zonas en las que apenas el 1% de la ciudadanía salía de sus barrios o pueblos, según los datos recopilados por el INE. Era en el mundo rural y en domingo, fundamentalmente, algo que en el caso de los barrios de la capital ha llegado al 7% en muchos casos.

En Valladolid, los datos desvelan un alto grado de acatamiento del confinamiento, al reducirse, de media, en un 69% las salidas de la zona de residencia. Si en un día normal (el estudio compara con los movimientos registrados en el mes de noviembre) había más de un 28% de personas que salía de sus barrios o municipios (en horario laboral), a lo largo de este mes y medio de aplicación del estado de alarma, el porcentaje ha caído por debajo del nueve por ciento: 8,9%.

Son datos muy en consonancia con los registrados en el conjunto del país y que apuntan una ligera tendencia al alza (más salidas) a partir del pasado 20 de abril, justo en los días posteriores al anuncio de los paseos infantiles (que se han hecho efectivos el día 26) y de que el Gobierno empezase a hablar ya de la ‘desescalada’, de los permisos para hacer deporte, de que bajasen las muertes y los contagios que se conocen cada mañana... Coincide también con el final de la fase de ‘hibernación’ para las industrias.

DEL 25 AL 18 POR CIENTO

Uno de los ejemplos más claros está en lo que se viene registrando en zonas como la de Las Viudas, en donde ya hay días con una reducción de los flujos casi testimoniales, pasando del 25 por ciento de salidas que hay un día normal al 18% contabilizado el pasado miércoles 22 de abril. 

La barriada es, junto a Pajarillos Bajos (29 de Octubre y alrededores) y Zaratán, las tres zonas en las que más salidas se vienen registrando durante la cuarentena, aunque los contrastes con la movilidad de un día normal no son tan acentuados, ya que en Pajarillos se pasa del 34% a casi el 17% y en Zaratán, del 33% a casi otro 18%. También se ha dado un repunte en la zona de Circular y Vadillos, y en la de La Overuela y La Victoria, rozando ahora el 17%.

En el lado opuesto está el centro (y zona Universidad), que sigue con una cifra de movimientos del 10% (un tercio de los habituales), seguida de cerca por San Pedro Regalado, Barrio España y La Rondilla, con un 12%. En el resto de barrios, la cosa está entre el 13 y el 14%.

En el alfoz, Tudela es el pueblo que mejor se comporta, con solo un 8% de salidas, mientras Laguna y Cigales están en el 10% , Arroyo en el 13% y Simancas en el 15%. Del resto de zonas de la provincia, las de Villabrágima y la de Villalón son las que más bajaron desplazamientos, de casi un 29 y 26 por ciento en cada caso, a los 6% y 4% actuales.

En el estudio del INE también se destaca el comportamiento que se tiene en cabeceras de comarcas como son Tordesillas, Peñafiel, Medina del Campo, Rioseco e Íscar, en los que el grado de movilidad durante este confinamiento se mueve incluso por debajo del 8%, si bien se trata de localidades con menos salidas también en época normal, de entre un 12 y un 17 por ciento.