A menos de cien días para la jornada electoral, la próxima semana entramos en el último mes en el que los ayuntamientos y diputaciones pueden realizar actos de inauguración y campañas institucionales de propaganda, lo que nos llevará a un marzo con un rosario de estrenos y puestas en marcha de obras y servicios rumiados a lo largo de mandato con la previsión inicial de poder cortar la cinta inaugural poco antes de que los ciudadanos tengan que acudir a las urnas para elegir a sus representantes municipales. Pasa aquí y en todos los sitios, aunque en esto también hay regidores más hábiles y otros menos.
Valladolid cuenta con un puñado de actuaciones que están recibiendo los remates finales. Solo por citar los más cercanos, la calle Estación abrirá (tras varios plazos fallidos) durante estos días y en pocas semanas estará listo el túnel de Panaderos. También uno de los ascensores de Parquesol, el que permitirá bajar hacia el estadio, iniciará su funcionamiento en breve, aunque el otro anda más apurado para llegar a tiempo antes de principios de abril. No obstante, también podría ser puesto en marcha durante el periodo preelectoral, aunque tendría que ser sin la presencia de alcalde y concejales y sin festejo inaugural. Esta misma semana se ha abierto el antiguo Museo del Toro, ahora convertido en el Centro Marcelina Poncela, un espacio para la protección y difusión del extenso, rico y poco conocido patrimonio artístico del Ayuntamiento; mientras que la próxima se estrenará el nuevo centro de día de Parquesol, que se completará en pocas semanas con la biblioteca ubicada en el mismo edificio.
Habrá muchas más inauguraciones en los próximos 35 días y cada candidato apurará cualquier ocasión para 'vender' su cartel y sacar pecho de sus cualidades y gestión para marcar el rumbo municipal durante los próximos cuatro años. El alcalde, que volverá a intentar su reelección, aprovechará todas las ocasiones para rematar los principales proyectos y actuaciones iniciadas en este mandato, a pesar de haber atravesado una pandemia mundial y la crisis derivada de la situación sanitaria y encadenada con los efectos de la guerra en Ucrania. Es momento de hacer balance para Óscar Puente y, en gran parte, también para María Sánchez (cabeza de cartel de Valladolid Toma la Palabra en sustitución de Manuel Saravia). Para el resto de los candidatos es la hora de plantear una alternativa que permita a los ciudadanos elegir entre varios modelos de ciudad el próximo 28 de mayo y no entre diferentes caras de cartel.
Seguro que todo ello comienza a aparecer en las próximas semanas. De momento, ya están todos los candidatos a la alcaldía de la capital vallisoletana confirmados por sus formaciones políticas. Partido Popular y Vox han optado por elegir a personas que no han formado parte de la corporación en el último mandato y eso es como una moneda, tiene su cara y su cruz. Partido Socialista, Valladolid Toma la Palabra y Ciudadanos ponen al frente de su candidatura a ediles con experiencia reciente, en los dos primeros casos además arropados con una gestión que ya dura ocho años, mientras que los naranjas han optado por una renovación forzada dentro del propio grupo municipal (tras la salida de sus filas de Martín Fernández Antolín, quien ha pasado al grupo mixto) con el objetivo de no quedarse fuera de la corporación.
Lo importante ahora es que cada uno de ellos presente su muestrario de iniciativas, sin prometer nada más allá de lo que se pueda cumplir, y sobre todo teniendo claro hacia dónde se quiere ir. Aún queda tiempo suficiente, pero con la llegada de marzo se inicia un 'sprint' final que impulsará la carrera hacia el bastón municipal y que no se detendrá ya hasta el 28 de mayo. E incluso se prolongará después si nadie consigue la deseada mayoría absoluta, lo que está bastante complicado desde el final del bipartidismo.