El primer africano en la ACB

Manuel Belver
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Anicet Lavodrama, candidato a la Alcaldía de Ferrol en las las últimas elecciones municipales, jugó en el CB Valladolid tres temporadas en dos etapas diferentes (de 1994 a 1995 y de 1996 a 1998), retirándose como jugador en el club morado

Lavodrama en la actualidad. - Foto: D.V.

Fue adjunto a la Dirección General del CB Valladolid, donde hizo incluso de delegado. Trabajó seis años para la FIBA en Munich y Ginebra. Hizo de ojeador para los Cleveland Cavaliers de la NBA. Estuvo en la agencia de representación U1st. Y en 2014 abrió una empresa, ASIS Sport, que orienta a deportistas y organiza Campus. 

Aunque Anicet Lavodrama es un todoterreno y en las últimas elecciones municipales se presentó a la Alcaldía de Ferrol con un partido local, Sentimiento Ferrolano: «No fue mi primer incursión en política. Ya me había presentado en la lista del PP en Simancas en 1999. Salí concejal, pero como me surgió la opción de irme a la FIBA, renuncié». Aunque por lo que realmente es más conocido es por haber sido durante doce temporadas (tres de ellas en Valladolid) uno de los mejores pívots de la ACB, a donde llegó en 1985 convirtiéndose en el primer africano en la Liga española bajo el nombre de ACB.

Richard Anicet Lavodrama Ondoma nació en el 4 de julio de 1963 en Bangui (República Centroafricana). Aunque en todos los datos figura que medía 2,04 metros, él apunta que «más bien son 2,02. Villacampa siempre decía que no era tan algo como ponían las estadísticas».

El primer africano en la ACBEl primer africano en la ACBComenzó a jugar al baloncesto en Costa de Marfil, donde se encontraba su padre como embajador: «Lo hice por imitar a mi hermana mayor, que llegó a jugar al balonmano y al baloncesto con la selección de mi país; y a otros dos hermanos. Tenía 12 años». 

De vuelta a la República Centroafricana siguió jugando y mejorando, «aunque en esta época el deporte profesional no era una opción, lo era estudiar».  En el mundo del baloncesto fue dando pasos de gigante y en el Afrobasket júnior de 1980 fue ‘captado’, junto al nigeriano Hakeem Olajuwon, para continuar estudiando y jugando en Estados Unidos. Ambos se fueron a Houston -en el caso de Anicet a la Houston Baptist University-: «No quería ir pero mi padre me convenció».

Unos años más tarde fue elegido en tercera ronda del Draft de la NBA por los Clippers y en la Liga de Verano ‘tentado’ por Moncho Monsalve para la ACB: «Me dijo que si no me quedaba en la NBA me fuese a Ferrol, que no sabía ni donde estaba».Se vino y jugó nueve temporadas allí: «En 1994, mi representante, Arturo Ortega, me dijo que me quería Wayne Brabender para Valladolid y ni lo pensé. Además era el año que se iba Sabonis al Real Madrid y era un reto sustituirle; aparte de jugar con Lalo, Oscar Schmidt... era imposible decir que no».

Un año más tarde cumplió uno de sus sueños, al fichar por el Joventut Badalona: «Siempre había sido mi equipo preferido. Estaban Villacampa, los Jofresa... era más de esos equipos que de los ‘grandes’». Reconoce que, aunque hubo problemas, fue una etapa «maravillosa».

En 1996 regresó a Valladolid, a un lugar de donde guarda recuerdos, amigos... «Para mí significa mucho. Nunca he sido un jugador que perseguía el dinero, sino que prefería un buen entorno social, amigos, compañeros... y en Valladolid lo tuve», señala, dando nombres como Lalo, Oscar, Santi Aldama, Alex Bento, Mike Hansen, Sergio Luyk, Tomas White... o Gustavo Aranzana, Paco García -«muy importante en el final de mi carrera-, Chechu Mulero -«uno de los mejores segundos»- o África Lesmes -«hay gente que hace las cosas fáciles fuera de la pista»-.

Lavodrama no olvida a Lalo García por todo, por loque significó y por su pérdida. 

Y a la capital castellana vuelve siempre que puede. Por sus amigos, por los de sus hijos, «mi fuente de inspiración», Danique y Jahlil.

Lavodrama fue internacional con la República Centroafricana y llegó a jugar unos Juegos Olímpicos. Dicen que era contundente fuera de la pista... probablemente.