La pandemia vuelve a mostrar signos de contención en Valladolid tras el repunte registrado después de la Semana Santa, que elevó los contagios, disparó la tasa provincial de incidencia acumulada y, volvió a tensionar las áreas covid de los hospitales.

La primera actualización estadística de esta última semana de abril apunta hacia una estabilización en las cifras previas a las vacaciones, aunque la IA 14 días entre mayores de 60 años (que es la única que se recoge siguiendo la estrategia del Ministerio de Sanidad) anota hoy su máximo de abril: 735 contagios por cada 100.000 habitantes. Cuando empezó a contabilizarse solo los casos en esta franja de edad, la incidencia estaba en 468.

Este último fin de semana deja en la provincia 778 nuevos positivos, prácticamente los mismos que en la previa de una Semana Santa que terminó sumando casi 900 casos entre el viernes, sábado, domingo y lunes. También se aprecia un descenso de la mortalidad asociada al coronavirus, ya que hace una semana se acumularon siete decesos en hospitales y esta vez han sido cuatro.

Pero el foco del análisis epidemiológico se pone ahora en la situación hospitalaria, ya que allí ingresan contagiados de todas las edades y no solo se estudia la presencia del virus entre mayores de 60 años y vulnerables, como ocurre ahora con los positivos. Así, Clínico, Río Hortega y Comarcal de Medina del Campo notifican este martes 81 infectados ingresados en planta y nueve más en UCI.

En el caso de los bloques de hospitalización convencional, los 81 casos son cuatro menos de los que había el viernes y quince menos que hace una semana, aunque cinco más que hace quince días, cuando se estaba iniciando el repunte hospitalario.

En las unidades de críticos del Clínico y el Río Hortega, ya el viernes se había saltado hasta los nueve covid ingresados después de que la Semana Santa arrancase con solo cuatro covid en UCI, la cifra más baja desde principios de noviembre.