Antonio Casado

CRÓNICA PERSONAL

Antonio Casado

Periodista especializado en información política y parlamentaria


Feijóo, superstar

02/04/2022

Aspirante a la Moncloa y papá después de los sesenta. Tal vez sea un inconveniente -impedimiento en ningún caso- que a Alberto Núñez Feijóo le haya llegado algo tarde tanto la paternidad como la candidatura a la Presidencia del Gobierno. Pero si el poder le hace tan feliz como la paternidad, empezaremos a hablar de "política para adultos", como pregona el, también gallego, expresidente Mariano Rajoy.
Precisamente Feijóo quiere dar voz a la generación malograda entre Rajoy y Pablo Casado. Una diferencia fundamental: su autoridad y su prestigio vienen del escalafón. Casado venía de las primarias, que no han traído más que desgracias al PP.
En todo caso, no es mala receta en la España polarizada, que reclama una política para adultos, más cerca de la cabeza que de las tripas y donde el escalafón valga más que cualquier otra gracia en el acceso a los cargos de responsabilidad.
Este sábado a mediodía, en Sevilla, tras la lectura del resultado de la votación, el congreso del PP proclamará presidente a Feijóo. Aquí termina su largo paso por una zona de confort político en Galicia y empieza su inmersión en la infantilizada política nacional. Dispuesto a demostrar que Galicia es la Baviera de España. O sea, a exportar a España la estabilidad política que vienen disfrutando los gallegos a lo largo de sus cuatro mandatos con mayoría absoluta.
Sus gracias son sus cualidades cosidas a una imagen de político moderado en posiciones conservadoras. A saber: serenidad, sentido común y vocación de servicio al Estado. Por un PP más reflexivo y menos eléctrico, más reflexivo y menos sobreactuado, más institucional y menos activista, más previsible y menos inesperado.
Su primer reto: demostrar que el PP no es Vox sin ofender a los votantes del partido de Abascal. Desde el minuto uno empezará a preparar el terreno por si llega el caso de que los números de las urnas le obliguen a encamarse con la ultraderecha, como los números obligaron en su día a Sánchez a encamarse con la ultraizquierda. Pero, al contrario de lo dicho en su día por este sobre Podemos, nunca oiremos a Feijóo que no podrá dormir si tiene a Vox al otro lado de la cama.
Al nuevo líder del PP (a partir del sábado a mediodía) le sobran horas de vuelo. Si este funcionario autonómico en excedencia ha sabido desactivar los restos del caciquismo decimonónico gallego, que se prolongaron hasta la llegada del siglo XXI, también sabrá sortear las tormentas que se avecinan.
No es político de "twits" pero su larga experiencia política también le permite no desentonar en el uso de las consignas enlatadas. Por ejemplo: "No vengo a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganarle".