Los casos de cáncer colorrectal aumentan un 22% en una década

A. G. Mozo
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La incidencia de este tipo de tumor es la más elevada en Valladolid, por encima del de próstata, mama y pulmón. Durante el último año, 530 de los 3.639 nuevos pacientes oncológicos presentaban un cáncer colorrectal

Un paciente se somete a una colonoscopia. - Foto: Europa Press

Cada día se diagnostica una media de diez nuevos casos de cáncer en Valladolid, de los que uno de ellos es colorrectal. Esta es la patología oncológica más común y la segunda que más muertes provoca en esta provincia pese a la implantación hace ya diez años del programa de prevención y detección precoz del  cáncer colorrectal en Castilla y León que sí ha ayudado a contener la mortalidad aunque no a reducirla.

Fue el 1 de noviembre de 2013 cuando Sacyl consiguió extender a todas las áreas de salud este plan de cribado que ha contribuido de manera decisiva a que afloren más casos entre esos mayores de 50 años a los que va dirigido. En esta última década, se ha contabilizado un incremento del 22 por ciento en los diagnósticos, de los 431 que se descubrieron en 2012 a los 530 anotados el último año, en una evolución constante y sin altibajos que habla bien de ese trabajo de prevención sanitario: 438 en 2013, 446 en 2014, 454 en 2015, 461 en 2016, 469 en 2017, 477 en 2018, 497 en 2019, 517 en 2020, 522 en 201 y los 530 ya citados descubiertos el pasado año.

Esta década deja un acúmulo de 5.242 nuevos enfermos de cáncer colorrectal en esta provincia y 2.382 decesos vinculados a estos tumores, frenándose las muertes a pesar de ese repunte de casos.

En concreto, la estadística que se recoge en el Observatorio contra el Cáncer de la AECC habla de 237 óbitos en 2022 vinculados a un cáncer colorrectal, exactamente los mismos que una década antes, en 2012. Al año siguiente, las cifras cayeron a 206 y en 2014, hasta 202, pero ahí se acabó el descenso que se empezaba a achacar a la entonces incipiente política preventiva. En 2015 saltó a 215, mientras que en los dos años posteriores la cosa apenas subió (216), para bajar de nuevo en 2018 y 2019 (se anotaron 203 y 205 casos , respectivamente) y empezar otra vez a repuntar de la mano de la pandemia y el blindaje durante meses de los hospitales y centros de salud para combatir al coronavirus: 213 en 2020, 232 en 2021 y los 237 decesos apuntados del pasado 2022.

Unos altibajos en la evolución de la mortalidad oncológica que se aprecia también en el análisis del conjunto de tipos de cánceres que estudia el citado observatorio y que sí refleja un leve repunte del 4% de los fallecimientos en el análisis de esta última década, ya que se pasa de los 1.457 óbitos que hubo en 2012 a los 1.521 del pasado 2022, convertida en la peor cifra desde que hay registros.

Los más mortales

Entre todos esos fallecimientos vinculados al cáncer, el que más vidas se lleva por delante es el de pulmón (297 en 2022), aunque no sea el que deje más diagnósticos (380). Ahí irrumpen otros como el de páncreas, que anotó 108 diagnósticos el pasado año y 110 muertes, estómago (88 fallecimientos y 92 casos) y cerebro (52 y 54). 

En cifras absolutas, tras los 297 fallecidos por cáncer de pulmón, los 237 por colorrectal y los 110 por páncreas, el que más muertes dejó el pasado año fue el de mama: 103. Este es el mejor ejemplo del éxito de los programas de cribado, ya que la cifra de nuevos diagnósticos de 2022 fue cuatro veces superior: 414.

Algo parecido ocurre con los cánceres de próstata, a pesar de que no haya planes de detección precoz como tal. El pasado año se dieron 459 nuevos casos y (solo) 78 decesos. Es el segundo que más personas envía a consulta (tras el colorrectal), pero el séptimo en el ranking de muertes.

Tras colorrectal, próstata, mama y pulmón aparecen los recogidos bajo el epígrafe 'otros de piel' (del que se excluye al melanoma), y que dejó 299 nuevos pacientes y cinco fallecimientos.

La lista de los diez más comunes se completa con los 246 afectados por un tumor en la  vejiga (y 89 óbitos), los 109 de riñón (22), los 108 ya citados de páncreas, los 103 de linfoma no-Hodgkin (33) y los 92 de estómago. En la parte final de este listado aparecen los extraños casos de tumores de vagina (solo dos en todo 2022 en Valladolid), sarcoma kaposi (4), nasofaringe (5), pene (7) y glándulas salivares (8), tal como recoge la última versión del Observatorio contra el Cáncer de la AECC que eleva hasta los 3.639 los nuevos diagnósticos del pasado 2022, anotándose así un incremento del 16% durante esta última década, medio millar más que los 3.136 de 2012.

De ellos, algo más de la mitad supera los 70 años de edad, si bien el grueso de la incidencia está en la población de más de 75. Según las estadísticas elaboradas por la Asociación Española contra el Cáncer, 1.405 de esos 3.639 nuevos casos se descubrieron entre los más mayores, seguidos de los 529 de la franja de 70 a 74, los cerca de 900 sexagenarios vallisoletanos a los que se les diagnosticó un cáncer en 2022, los 500 de entre 50 y 59 años, y los 200 cuadragenarios. Ya por debajo, esta incidencia desciende de un modo evidente, ya que entre los 14 y los 39 años únicamente se contabilizaron 75 nuevos casos y nueve entre los niños de hasta 14 años.

Las cifras son muy similares en el análisis por grupos etarios de la incidencia del cáncer colorrectal, toda vez que, de los 530 nuevos pacientes del pasado año, algo más de la mitad estaba por encima de los 70 (313), mientras que hubo 123 casos entre personas de 60 a 69 años, 70 entre los quincuagenarios y 19 en la franja 40 a 49.

La edad es uno de los factores clave en casi todos los cánceres, aunque los expertos puntualizan que el colorrectal «es uno de los más frecuentes, tanto en hombres como mujeres, a partir de los 50». Desde Sacyl señalan que no existe «una única causa» y apuntan otras como padecer «una enfermedad intestinal» o hábitos como «una dieta pobre en fibra y rica en grasas, y la ingesta de alcohol y tabaco».

«El cáncer colorrectal es uno de los pocos cánceres que se pueden diagnosticar precozmente, antes de que se note algún síntoma» y apuntan que «la medida más eficaz para la prevención es participar en pruebas de diagnóstico precoz», aseveran estas mismas fuentes que recuerdan la importancia de vigilar síntomas como «el sangrado por el ano, el cambio de frecuencia o de consistencia en heces o pérdidas de peso».

Lo ven «poco probable»

En este sentido, en un reciente estudio de la AECC sobre la percepción y las actitudes que la población de 50 a 69 tiene hacia los programas de cribado de esta enfermedad se muestra que a pesar de que más del 97 por ciento de los entrevistados conoce o ha oído hablar de este tipo de cáncer, cerca del 70 por ciento considera que el riesgo de sufrir un posible diagnóstico de cáncer de colon o recto a lo largo de su vida es «bajo o muy bajo»