Pilar del Olmo

La voz del portavoz

Pilar del Olmo

Portavoz del Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Valladolid


Tempus horribilis

28/10/2022

Normalmente, el final de todos los mandatos políticos viene precedido de malos tiempos para el que Gobierna. Si analizamos el último mes de Óscar Puente, aunque también serviría para el último año, veremos que esto es una evidencia.
Desde el último Pleno, el pasado 4 de octubre, el equipo de Óscar Puente nos sorprendió, una vez más, informando que el asunto de la Ciudad de la Justicia llevaba un «ritmo normal». A las 24 horas, el alcalde admitió que el Gobierno de la nación le estaba «tomando el pelo», ocultándonos que la famosa tomadura era del tamaño de una alopecia alarmante. El último proyecto de Presupuestos de Sánchez había pasado de largo por Valladolid, olvidando el Campus de la Justicia, menospreciando la Seminci, desvelando la caducidad de la Declaración de Impacto Ambiental de la Valladolid-León y, lo peor, olvidando a los vecinos. 
La estrategia de Óscar Puente, al carecer de agenda política, después de más de siete años en el Gobierno municipal, ha consistido en intentar tapar estos olvidos creando la 'Inmobiliaria-Puente S.L.', y lanzándose, él y todo su equipo, a informar a los ciudadanos del crecimiento del patrimonio municipal. Pero la pregunta es: ¿Para qué? ¿En qué lo van a utilizar? ¿Cómo va a ser útil para los vallisoletanos? No hay respuesta.
Como esto les parecía insuficiente, también se han dedicado a ensalzar su apuesta por la remunicipalización de servicios, cuestión de la que hablaré otro día, pero se sustenta sobre una falta absoluta a la verdad.
Para culminar esta pésima temporada, la última ocurrencia ha sido entregar Espigas de oro de Honor como si no hubiese un mañana, devaluando así una de las distinciones más importantes de la Seminci. 
Claramente, el tiempo de Puente está agotado. Los estudios demoscópicos que conozco y se conocen le sitúan fuera de la Alcaldía. Los suyos, que también los tiene, coinciden con este diagnóstico.
Después de dos mandatos completos es difícil recordar algo nuevo y que perdure en el tiempo que haya puesto en marcha este equipo de Gobierno. 
Ha pasado de, al inicio de este mandato, augurar que iba a recibir el respaldo en las urnas del 70% de los vecinos, a casi suplicar, en el momento actual, que Valladolid Toma la Palabra no cambie de siglas ni de candidatos.
Si uno repasa las entrevistas que ha realizado en estos últimos cuatro años verá que en todas ha dedicado más tiempo a hablar del Grupo Municipal Popular y su presidenta, que a presentarnos proyectos de futuro que mejoren la calidad de vida de los vecinos de Valladolid. Él no ha querido abordar el soterramiento, pero su tiempo está soterrado.