La contratación de seguros de salud se ha multiplicado en Valladolid con más de 6.000 nuevos clientes en 2020, lo que hace que casi 100.000 vallisoletanos tengan asistencia privada. Este boom ha estado impulsado, por un lado, por el aumento de las listas de espera por la covid-19 y la demanda de atención médica más inmediata, pero también porque cada vez más las pequeñas y medianas empresas lo contratan como pago en especie para sus trabajadores, como detallan desde la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa).

La demanda de estos servicios no ha dejado de crecer en la provincia en la última década. Así, en 2011 las aseguradoras atendían a 86.648 clientes, pero tan solo un año después la cifra se elevaba ya a los 93.222. Un número que no se volvió a superar hasta 2018, para ya ir creciendo paulatinamente y dispararse las contrataciones el año pasado. Entre los beneficiarios están los funcionarios que no optan por la atención de la Seguridad Social, pero el incremento se debe a las contrataciones de particulares y empresas. «Los seguros médicos tienen éxito porque son productos que se comercializan a precios competitivos y accesibles, la oferta disponible es amplia y plantea características diferenciales».

Las aseguradoras explican que este tipo de opción sanitaria se distingue por ser un producto que la gente utiliza de manera recurrente. «Esto le otorga una fortísima sensación de servicio entre sus clientes, que es el resultado de que los pacientes generan relaciones de confianza con los y los centros donde son atendidos». Entre las ventajas apuntan que ofrecen «tratamientos innovadores, permiten contar con opciones terapéuticas complementarias y acceder al especialista rápidamente, coberturas complementarias como la asistencia bucodental, etc». Estas características han motivado el crecimiento sostenido de la facturación del seguro de salud en los últimos 15 años y que solo el año pasado superó los 9.000 millones de euros.

Otro de los fenómenos que impulsa la contratación de seguros de salud es su creciente aceptación como mecanismo de pago en especie y muchas empresas los han incorporado para sus trabajadores como concepto retributivo complementario. «El seguro de salud es, de hecho, uno de los beneficios sociales más valorados entre la plantilla. Esto hace que los seguros constituyan una herramienta de atracción y retención de talento. Además, contribuyen a reducir el absentismo laboral», explican desde Unespa.

Pero la sanidad privada también quiere poner en valor la «contribución» al Sistema Nacional de Salud durante la crisis generada por la covid-19. «El sector asegurador ha facilitado el acceso a atenciones a enfermos de coronavirus y ha sufragado pruebas diagnósticas de coronavirus a millones de personas en España. A través de actuaciones como estas, el seguro ha contribuido a la contención de la pandemia en el país», detallan. Y reivindican que las atenciones que presta la sanidad privada «son atenciones que se ahorra el sistema público sanitario, con el consiguiente alivio de la carga de trabajo que tienen los centros públicos».

A la cabeza del ranking de seguros sanitarios está SegurCaixa Adeslas, aseguradora del Grupo Mutua y participada por Caixabank, que cerró 2020 en Castilla y León con unos ingresos por primas de asistencia sanitaria y reembolso de 122,6 millones de euros, un 4,6% más que un año antes, y 162.584 asegurados, 3,6% más que en 2019. Esta compañía disfruta de una cuota de mercado en la región superior al 39%. En Valladolid sus primas ascendieron a 22,5 millones de euros (3,1% más), mientras los asegurados crecieron un 2,4%, hasta 30.766. 

Esta compañía explica que las razones del aumento «son la mayor cultura del cuidado de la salud y también el acceso rápido al especialista elegido, así como a terapias y tratamientos innovadores a precios ajustados». Además, han detectado que las empresas han impulsado el crecimiento, «al incorporar el seguro de salud como retribución para sus empleados. De hecho, es el beneficio social mejor valorado por los trabajadores», aseguran fuentes de SegurCaixa Adeslas. 

Sanitas es otra de las compañías con más beneficiarios (16.000). «En un contexto en el que la salud ha cobrado una especial relevancia, los seguros hemos de estar a la altura y ser los aliados de los clientes, tanto para cuidar sus afecciones como para prevenirlas. Nuestro valor añadido pasará por ofrecer productos personalizados y ayudar a las personas a asumir hábitos de vida saludable», apuntan desde la compañía.

El grupo Recoletas también crece

La pandemia también ha propiciado el crecimiento de la red de centros hospitalarios y asistenciales del grupo Recoletas en Valladolid. Así, en octubre se inauguró la ampliación del Hospital Campo Grande con 1.500 metros cuadrados para dotar de espacio a los pacientes y médicos del hospital, pero especialmente, para mejorar las condiciones de seguridad por la pandemia, como apuntan desde la compañía. El incremento de la capacidad asistencial ofrece 22 habitaciones individuales de 23 metros cuadrados, salas de espera y consultas de casi 24 metros cuadrados. Este hospital presta al año una media de medio millón de asistencias médicas y en el que trabaja un equipo de casi 450 personas.

El grupo Recoletas también es propietaria del Hospital Felipe II y de distintos centros de especialidades. El último en inaugurarse ha sido el de la calle Angustias, un espacio de 385 metros cuadrados, y en el que se ha invertido un millón de euros. Y en proyecto está la apertura del gran centro de atención en la zona de Parquesol. Este sería su tercer complejo, enmarcado en una fase de crecimiento a raíz de la pandemia . El proyecto, que ya tiene licencia municipal, estará dividido en dos fases. En la primera se construirá un centro médico de servicios generales, tipo pediatría, traumatología o ginecología, con el objetivo de dar atención a la población de Parquesol y de la zona sur. «Atender más cercanamente a la población», señalan fuentes del grupo. En la segunda, se retomaría la idea inicial de contar con una clínica de la salud, «con algunas modificaciones respecto a 2019», donde cabría dermatología, cirugía estética, plástica...La idea inicial de la compañía era más ambiciosa, pero la pandemia ha hecho que en una primera fase se apueste por la «atención más cercana».