La Audiencia de Valladolid ha sido escenario este viernes de la vista de conformidad en la que el gerente del concesionario Vepisa, tres comerciales y el que fuera jefe de taller han asumido penas que en su conjunto suman nueve años de prisión por un delito continuado de estafa.

El delito lo cometieron entre los años 2009 y 2015 cuando a través de dichas instalaciones comerciales vendieron 186 vehículos de ocasión a los que "afeitaron" sus odómetros y llegaron a rebajarles, en su conjunto, hasta cerca de casi 15 millones de kilómetros.

Algunos de los turismos fueron vendidos con 160.000 kilómetros menos de los reales y el algún caso, como un Opel Corsa, se hizo creer a su comprador que se llevaba un turismo con tan solo 12.000 kilómetros cuando el mismo había recorrido ya 91.252 kilómetros.

Frente a los veinticuatro años de cárcel a los que se exponían inicialmente, A.C, en su condición de administrador único de Vepisa y de Vehículos de Ocasión Outlet Cars, con domicilio en la Avenida de Gijón de Valladolid, se ha conformado finalmente con una condena de dos años de prisión--le pedían seis años a él y su padre, ya fallecido--así como con su inhabilitación por dos años para el comercio de vehículos usados y con el pago de una multa de 10.800 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Sus compañeros de banquillos, los excomerciales F.R., M.A. y C.U, junto con el que era jefe de taller, J.J., quienes se exponían a cuatro años y medio de cárcel, han dado el sí a un año y nueve meses de cárcel y multa de 900 euros al beneficiarse, al igual que el gerente de Vepisa, de la atenuante de reparación del daño, ya que han pagado la mayor parte de las indemnizaciones, que suman más de 54.551 euros.

No irán a la cárcel

En el caso de los cinco encausados, el fiscal del caso ha emitido informe favorable a la suspensión de la condena privativa de libertad por espacio de dos años, condicionada al pago de las responsabilidades civiles pendientes de determinar.

El Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de la Guardia Civil de Valladolid (GIAT) comenzó sus investigaciones en el marco de colaboración establecido con la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos de Motor, Reparación y Recambios (GANVAM), para favorecer la erradicación de las actividades ilícitas llevadas a cabo por parte de los talleres mecánicos en el ámbito de reparación y el mantenimiento de vehículos, al tener fundadas sospechas de que un concesionario de vehículos de marca oficial pudiera estar vendiendo coches con los cuenta kilómetros manipulados para revalorizar los mismos y sacar un mayor provecho económico.

Los ahora encausados adquirían los coches procedentes de empresas de alquiler de vehículos, renting y empresas de subastas, con bastantes kilómetros recorridos y a un precio muy económico. Posteriormente, en el concesionario, antes de ponerlos a la venta, manipulaban la cifra del cuentakilómetros para ofertarlos a través de su servicio de compra-venta de vehículos.

Estas ofertas resultaban muy atractivas para los compradores, ya que creían que compraban un vehículo con pocos años y con un escaso kilometraje.

Una vez que las víctimas se interesaban por la oferta, los investigados realizaban el contrato de compra-venta para formalizar la venta del coche.

En la mayoría de los casos, los investigados los presentaban como vehículos nacionales, de gama media/alta, de una antigüedad media de cuatro años y aparentemente bien cuidados de chapa, pintura e interiores, aunque en muchas ocasiones tras la compra les aparecían averías debido a la gran cantidad de kilómetros que habían recorrido.

La Guardia Civil solicitó información a través de bases de datos de la Dirección General de Tráfico y gestiones practicadas con Estaciones de I.T.V, comprobando en muchos casos que los vehículos tenían manipulados los cuenta kilómetros y figuraban muchos menos de los reales.

Por los análisis e investigaciones practicados por la Guardia Civil se comprobó que a 186 vehículos se les había manipulado los kilómetros reales recorridos a la baja, una vez en poder del concesionario y antes de haber procedido a ponerlos a la venta, con la consiguiente revalorización y competencia desleal con el resto de empresas dedicadas a la compra-venta del vehículo de ocasión.

Se desprende que cuanto más antiguo era el vehículo y más kilómetros había recorrido, eran más los kilómetros que le rebajaban, detectándose numerosas reducciones, incluso de más de 160.000, según se apuntó en su día por la Guardia Civil, con el consiguiente riesgo de averías que por el desconocimiento del comprador no se les hacía el mantenimiento correspondiente, afectando con ello a la seguridad vial.